Pobre España en manos de españoles
De las profundidades de la Gallaecia Hispaniae -la Galia española-surge, cual torrente conceptual tras la tormenta, la prosa de una gran amigo de la zona que supongo se prodigará un poco más en este su blog.
Lean sin pasión partidista. Relajados, casi en alfa, con calma, sin prisa.
Transcribo tal cual.
Los postureos maniqueos que convenientemente van por delante en cuestiones de política exterior y sumisiones exteriores se aplican con ese marchamo ya más sofisticado y terriblemente peligroso: si se han dinamitado países y sociedades (Yugoslavia, Libia, Siria, ahora Líbano) se ha hecho sofisticando esa destrucción en avance cronológico: desde una 'vasta' agresión a Yugoeslavia con Köhl o Wojtyła como arietes, la 'técnica' se ha ido haciendo pendencieramente sofisticada: desde la recepción por Aznar de Gaddafi y su jaima reventados luego por Chacón y JJ Rodríguez, a la declaración -oficial y mediática- de todo lo más alejado que puede haber a una guerra civil, que es la agredsión imperialista y mercenaria a Siria. Y la ahora -sutilísima- a Líbano, casi que no se nota y no traspasa pues no se sabe (si se sabe) que mano mece la cuna y cual es el objetivo de la demolición económica del país de los cedros. Eso se hace yugulando la ayuda y el marcado sentido social que la impronta de Hezbolá que hace (desde hace años) que aumenten las simpatías interétnicas e interreligiosas hacia ese movimiento al que se busca extenuar económicamente al no poder cubrir tamaño desastre. Asistimos, pues, a unos estertores económicos de la deuda impagable que la oligarquía occidental lanza, sofisticadamente, en su huída estudiada y daniña hacia delante.
Volvamos la jodida oración por pasiva, intramuros. Los directores son los mismos, el elenco es distinto al de fuera: semos nosotros.
España en su particular papel de probeta-idiota -y occidente en general- afrontan, desde antes de 2008 una deuda yonqui-camello sin precedentes. La especulación de la mano de la globalización hizo mucha contabilidad creativa, nada real frente a la economía real y productiva, abandonadas yen un pañis premen¡diradamente desindustrializado y castrado en la agricultura por Mister X y sucesores y siempre comn la mirada atenta y la mano comisionista de la ¡jefatura del Estado¡. Asistíamos (de fiesta en fiesta bakalaera) al 'fin de la historia': los 90, colofón de la imbecilidad posmoderna anterior, que hoy vuelve travestida de 'ismos', asesinos silenciosos ( o dados a la barrea) para colaborar y dar corpus al enmierde actual. Y para distraer, si, pues los 'ismos' distraen de cojones. Tantos años de consumo han deteriroado en extremo al toxicómano que se endeuda como pueblo y a la vez roba en forma de clase política a ese cuerpo social y económico exhaustos. Jekyll y Hyde en retroalimentación nefasta y programada extarmuros con los debidos y debidas colaboracionistas dentro. Un círculo infernal en el que el mantra de 'si debes mucha pasta al banco, el banco tiene un problema' El axioma -hábilmente convertido en leyenda urbana- es insosnenible pero ha calado para ayudar nada casualmente en el desastre: si tu tienes una deuda, tu tienes un problema, que es pagarla. Porque la vas a pagar. El yonqui debe pagar el jaco y si es pijo, la farlopa. Si no, ya te mandarán a los señores de negro. El que debe, paga. Con dinero, bienes , implosión o su propia salud mermando la atención. Doy jodida fé como paciente oncológico y no es por dar pena: la atención mengua, se relaja, casi invita a que te la pagues si puedes. Se riza el rizo con la desatención primaria que muta a telefónica, más atrasada que nunca y con los ambulatorios cerrados por la tarde. En plena guerra, relajamos la producción de tanques. Algo raro pasa raro.
El estadío actual no soportaría un confinamiento al que hábilmente casi nos obligan, pues salir a la calle, -seas o no creyente de la entelequia- es un supremo calvario. Se han creado dos bandos sin que la clase política pareciera haber hecho nada para conseguir una situación social crispada, incluso estimulada. Hasta simulan hacer piña y si Feijoo no deja fumar, Pablo Iglesias le imita en 24 horas. Se persigue al que lleva o no lleva bozal y si la nicotina era la quintaesencia para parar el virus en marzo, ahora el humo del tabaco mata hasta a los muertos que provocó. Algo no cuadra o en realidad, todo cuadra en este Pearl Harbour sin portaviones: se busca una implosión vía crispación ¡¡Facha!! ¡¡Rojo!! (la izquierda y la derecha son meramente nominales obsoletos), que estimulan 350 miserables votados y palmeados por quienes lo hacen. El discurso de ingeniería social salta a la calle y estamos a piques de una noche de los fumadores empalados, por poner un ejemplo. El año de traca hace intuir cosas o sufrirlas en la carne de ERTES que serán ERES, el encarecimiento de la comida, el mal humor galopante, la malaeducación, y ell recetado y consumo desmedido de ansiolíticos. Pero en España no hay armerías como ferreterías.
Y mientras tanto, con una recaudación fiscal paupérrima, ¡¡los ambulatorios cerrados en plena crisis o fase 1 o 2 3 o su señora fase!! Y casi confinados sin querer, como para que parezca una accidente. Algo -no niego el virus, pues es jodidamente necesario - debe existir para dar corpus al engendro ya instrumentalizado por los más oscuros intereses: para que miles de empresas echen el cierre y la culpa de la catástrofe sea del bicho de los Chinos, que William Gates sea premio Nóbel de Medicina y que la rama sanitaria de quien bombardeó Belgrado tenga credibilidad ¡¡pero si lo dice la ONU!! ¡¡o la OMS!!!. La gente autoconfinándose sin que se lo ordenen ante el panorama de estar en la calle. ... casi que el panorama en Siria es más, digamos, 'ĺeal'. Esta guerra sorda, sumamnente autodestructiva, aderezada con la mayor miseria que conoceremos cuando se suspendan pagos (o no, pero en condiciones ventajosas) y estas 17 Grecias sirvan tras los ajustes destructivos que pagarán -ahora si- hasta pensionistas y funcionarios, hasta ahora intocables como rédito seguro de urna. Para que una OTAN antidisturbios, mantenga a raya las calles a la orden de los señores de negro y los gauleiters cívico-militares con derecho a ser elegidos. Lleves o no mascarilla. Salga como salga el PCR de escopeta de feria bien engrasada.
El montaje es perfecto: cuela un bicho real, llévalo al paroxísmo político-tekediarréico y redsocialero, enfrenta a diestro con siniestro y obtendrás un pulpo inerme y machacado: los restos del yonqui. Este otoño (3T) será de traca y el invierno, frío y peligroso (4T). La mayor falsa bandera para encubrir la mayor catástrofe económica, que en pleno siglo XXI -por las cosas de las interdependencias, la conectividad de los cojones, la desinformación para enfrentarnos y la ingeniería social- harán de los peores momentos de la Edad Media un vergel por comparación. Solo ,falta uun Plan E rotondiano y surrealista. Pero tan bien informados, aplaudiremos y seguiremos dando royalties al Dúo Dinámico, verdadera y única empresa cultural de números apabullantes, vía SGAE.
Lean sin pasión partidista. Relajados, casi en alfa, con calma, sin prisa.
Transcribo tal cual.
Los postureos maniqueos que convenientemente van por delante en cuestiones de política exterior y sumisiones exteriores se aplican con ese marchamo ya más sofisticado y terriblemente peligroso: si se han dinamitado países y sociedades (Yugoslavia, Libia, Siria, ahora Líbano) se ha hecho sofisticando esa destrucción en avance cronológico: desde una 'vasta' agresión a Yugoeslavia con Köhl o Wojtyła como arietes, la 'técnica' se ha ido haciendo pendencieramente sofisticada: desde la recepción por Aznar de Gaddafi y su jaima reventados luego por Chacón y JJ Rodríguez, a la declaración -oficial y mediática- de todo lo más alejado que puede haber a una guerra civil, que es la agredsión imperialista y mercenaria a Siria. Y la ahora -sutilísima- a Líbano, casi que no se nota y no traspasa pues no se sabe (si se sabe) que mano mece la cuna y cual es el objetivo de la demolición económica del país de los cedros. Eso se hace yugulando la ayuda y el marcado sentido social que la impronta de Hezbolá que hace (desde hace años) que aumenten las simpatías interétnicas e interreligiosas hacia ese movimiento al que se busca extenuar económicamente al no poder cubrir tamaño desastre. Asistimos, pues, a unos estertores económicos de la deuda impagable que la oligarquía occidental lanza, sofisticadamente, en su huída estudiada y daniña hacia delante.
Volvamos la jodida oración por pasiva, intramuros. Los directores son los mismos, el elenco es distinto al de fuera: semos nosotros.
España en su particular papel de probeta-idiota -y occidente en general- afrontan, desde antes de 2008 una deuda yonqui-camello sin precedentes. La especulación de la mano de la globalización hizo mucha contabilidad creativa, nada real frente a la economía real y productiva, abandonadas yen un pañis premen¡diradamente desindustrializado y castrado en la agricultura por Mister X y sucesores y siempre comn la mirada atenta y la mano comisionista de la ¡jefatura del Estado¡. Asistíamos (de fiesta en fiesta bakalaera) al 'fin de la historia': los 90, colofón de la imbecilidad posmoderna anterior, que hoy vuelve travestida de 'ismos', asesinos silenciosos ( o dados a la barrea) para colaborar y dar corpus al enmierde actual. Y para distraer, si, pues los 'ismos' distraen de cojones. Tantos años de consumo han deteriroado en extremo al toxicómano que se endeuda como pueblo y a la vez roba en forma de clase política a ese cuerpo social y económico exhaustos. Jekyll y Hyde en retroalimentación nefasta y programada extarmuros con los debidos y debidas colaboracionistas dentro. Un círculo infernal en el que el mantra de 'si debes mucha pasta al banco, el banco tiene un problema' El axioma -hábilmente convertido en leyenda urbana- es insosnenible pero ha calado para ayudar nada casualmente en el desastre: si tu tienes una deuda, tu tienes un problema, que es pagarla. Porque la vas a pagar. El yonqui debe pagar el jaco y si es pijo, la farlopa. Si no, ya te mandarán a los señores de negro. El que debe, paga. Con dinero, bienes , implosión o su propia salud mermando la atención. Doy jodida fé como paciente oncológico y no es por dar pena: la atención mengua, se relaja, casi invita a que te la pagues si puedes. Se riza el rizo con la desatención primaria que muta a telefónica, más atrasada que nunca y con los ambulatorios cerrados por la tarde. En plena guerra, relajamos la producción de tanques. Algo raro pasa raro.
El estadío actual no soportaría un confinamiento al que hábilmente casi nos obligan, pues salir a la calle, -seas o no creyente de la entelequia- es un supremo calvario. Se han creado dos bandos sin que la clase política pareciera haber hecho nada para conseguir una situación social crispada, incluso estimulada. Hasta simulan hacer piña y si Feijoo no deja fumar, Pablo Iglesias le imita en 24 horas. Se persigue al que lleva o no lleva bozal y si la nicotina era la quintaesencia para parar el virus en marzo, ahora el humo del tabaco mata hasta a los muertos que provocó. Algo no cuadra o en realidad, todo cuadra en este Pearl Harbour sin portaviones: se busca una implosión vía crispación ¡¡Facha!! ¡¡Rojo!! (la izquierda y la derecha son meramente nominales obsoletos), que estimulan 350 miserables votados y palmeados por quienes lo hacen. El discurso de ingeniería social salta a la calle y estamos a piques de una noche de los fumadores empalados, por poner un ejemplo. El año de traca hace intuir cosas o sufrirlas en la carne de ERTES que serán ERES, el encarecimiento de la comida, el mal humor galopante, la malaeducación, y ell recetado y consumo desmedido de ansiolíticos. Pero en España no hay armerías como ferreterías.
Y mientras tanto, con una recaudación fiscal paupérrima, ¡¡los ambulatorios cerrados en plena crisis o fase 1 o 2 3 o su señora fase!! Y casi confinados sin querer, como para que parezca una accidente. Algo -no niego el virus, pues es jodidamente necesario - debe existir para dar corpus al engendro ya instrumentalizado por los más oscuros intereses: para que miles de empresas echen el cierre y la culpa de la catástrofe sea del bicho de los Chinos, que William Gates sea premio Nóbel de Medicina y que la rama sanitaria de quien bombardeó Belgrado tenga credibilidad ¡¡pero si lo dice la ONU!! ¡¡o la OMS!!!. La gente autoconfinándose sin que se lo ordenen ante el panorama de estar en la calle. ... casi que el panorama en Siria es más, digamos, 'ĺeal'. Esta guerra sorda, sumamnente autodestructiva, aderezada con la mayor miseria que conoceremos cuando se suspendan pagos (o no, pero en condiciones ventajosas) y estas 17 Grecias sirvan tras los ajustes destructivos que pagarán -ahora si- hasta pensionistas y funcionarios, hasta ahora intocables como rédito seguro de urna. Para que una OTAN antidisturbios, mantenga a raya las calles a la orden de los señores de negro y los gauleiters cívico-militares con derecho a ser elegidos. Lleves o no mascarilla. Salga como salga el PCR de escopeta de feria bien engrasada.
El montaje es perfecto: cuela un bicho real, llévalo al paroxísmo político-tekediarréico y redsocialero, enfrenta a diestro con siniestro y obtendrás un pulpo inerme y machacado: los restos del yonqui. Este otoño (3T) será de traca y el invierno, frío y peligroso (4T). La mayor falsa bandera para encubrir la mayor catástrofe económica, que en pleno siglo XXI -por las cosas de las interdependencias, la conectividad de los cojones, la desinformación para enfrentarnos y la ingeniería social- harán de los peores momentos de la Edad Media un vergel por comparación. Solo ,falta uun Plan E rotondiano y surrealista. Pero tan bien informados, aplaudiremos y seguiremos dando royalties al Dúo Dinámico, verdadera y única empresa cultural de números apabullantes, vía SGAE.
Por eso nos jugábamos tanto en Siria. Ahora movemos
la pelota, deshinchada y pinchada. A ver quien da juego en esta mesa
de trileros sin un pataco. Pero con o sin mascarilla, enfermos o
asintomáticos: esa será la retransmisión de este fútbol a
mordiscos maldito que idiotamente nos apollarda. También aquí,
cronológicamente, la canalla se ha sofisticado mucho.
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Me he vuelto sentidocomunista: por aquel conceto del sentido común, el menos común de los sentidos.
Abrazos desde el Atlántico, hoy fresquito. La semana que viene lloverá. Y escampará. Feliz escampada.
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