‘El confinamiento es la estafa sanitaria del siglo XXI’
martes, 2 de junio de 2020
‘El confinamiento es la estafa sanitaria del siglo XXI’, asegura Zelmat en un artículo científico
En un demoledor artículo científico el biólogo francés M. Zelmat pide que los funcionarios de la OMS y del Imperial College de Londres sean interrogados y, si es necesario, juzgados por imponer el confinamiento al mundo (*).
El confinamiento no es una medida apropiada para el tratamiento del coronavirus, añade.
El científico, que trabaja en el laboratorio de Biología Clínica del Hospital Center, ha publicado sus conclusiones en “Evidence Based Medicine”, aunque también se han presentado al British Medical Journal y están pendientes de revisión.
Según Zelmat, la tasa de mortalidad del coronavirus es cercana o incluso inferior a la de la gripe. Según la evidencia científica existente, el virus es benigno, el 99 por ciento de los pacientes se recupera y el 85 por ciento se ve afectado por una forma benigna, sin contar las formas asintomáticas, que alcanzan entre el 80 y el 85 por ciento de la población.
Zemar añade que el sistema hospitalario de los países no está en absoluto desbordado porque la saturación “sólo concierne a muy pocos hospitales y esto puede evitarse adoptando medidas razonables para gestionar esta epidemia como hemos indicado y como ha hecho Suecia”.
El autor recomienda que la OMS se someta a una reforma radical y afirma que “el confinamiento es verdaderamente la estafa sanitaria del siglo XXI, debe ser investigada y.
En medicina, concluye Zelmat, el aislamiento, la cuarentena y el confinamiento de la población general no sólo son herejías (ya que no existen en la medicina, la epidemiología, la infectología o la salud pública) sino que no se basa en ninguna prueba científica.
“En medicina no podemos y no tenemos derecho a implementar un tratamiento o una medida preventiva si no se basa en pruebas”, afirma. El confinamiento es muy peligroso para la salud, la economía, la educación y la paz. Los gobiernos deben escuchar a los verdaderos expertos (que anteponen la salud pública a los intereses privados), detener inmediatamente todas las medidas de confinamiento y reabrirlo todo (economía, servicios médicos hospitalarios, educación, etc.), porque nada en este virus los justifica.
En la población general, este virus es benigno y poco peligroso, ya que es tolerado. Causa el 85 por ciento de las formas benignas, el 99 por ciento de las personas infectadas se recuperan, no es un peligro para las mujeres embarazadas y los niños (a diferencia de la gripe), su tasa de mortalidad es similar a la de la gripe o incluso más baja y mucho más baja que la de los coronavirus que aparecieron en 2003 (10 por ciento) y 2012 (30 por ciento).
Cada año el virus de la gripe infecta a 1.000 millones de personas en todo el mundo y mata a 650.000, y la tuberculosis, que se encuentra entre las diez principales causas de muerte en todo el mundo y es mucho más contagiosa (un paciente no tratado puede infectar a 10 ó 15 personas), causa 10,4 millones de casos y mata a 1,8 millones de personas.
Casi todos los países del mundo han respondido al coronavirus utilizando una medida, desconocida hasta entonces en la medicina. Es la primera vez en la historia de la humanidad que ocurre un confinamiento de estas características.
(*) https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3600511
El confinamiento no es una medida apropiada para el tratamiento del coronavirus, añade.
El científico, que trabaja en el laboratorio de Biología Clínica del Hospital Center, ha publicado sus conclusiones en “Evidence Based Medicine”, aunque también se han presentado al British Medical Journal y están pendientes de revisión.
Según Zelmat, la tasa de mortalidad del coronavirus es cercana o incluso inferior a la de la gripe. Según la evidencia científica existente, el virus es benigno, el 99 por ciento de los pacientes se recupera y el 85 por ciento se ve afectado por una forma benigna, sin contar las formas asintomáticas, que alcanzan entre el 80 y el 85 por ciento de la población.
Zemar añade que el sistema hospitalario de los países no está en absoluto desbordado porque la saturación “sólo concierne a muy pocos hospitales y esto puede evitarse adoptando medidas razonables para gestionar esta epidemia como hemos indicado y como ha hecho Suecia”.
El autor recomienda que la OMS se someta a una reforma radical y afirma que “el confinamiento es verdaderamente la estafa sanitaria del siglo XXI, debe ser investigada y.
En medicina, concluye Zelmat, el aislamiento, la cuarentena y el confinamiento de la población general no sólo son herejías (ya que no existen en la medicina, la epidemiología, la infectología o la salud pública) sino que no se basa en ninguna prueba científica.
“En medicina no podemos y no tenemos derecho a implementar un tratamiento o una medida preventiva si no se basa en pruebas”, afirma. El confinamiento es muy peligroso para la salud, la economía, la educación y la paz. Los gobiernos deben escuchar a los verdaderos expertos (que anteponen la salud pública a los intereses privados), detener inmediatamente todas las medidas de confinamiento y reabrirlo todo (economía, servicios médicos hospitalarios, educación, etc.), porque nada en este virus los justifica.
En la población general, este virus es benigno y poco peligroso, ya que es tolerado. Causa el 85 por ciento de las formas benignas, el 99 por ciento de las personas infectadas se recuperan, no es un peligro para las mujeres embarazadas y los niños (a diferencia de la gripe), su tasa de mortalidad es similar a la de la gripe o incluso más baja y mucho más baja que la de los coronavirus que aparecieron en 2003 (10 por ciento) y 2012 (30 por ciento).
Cada año el virus de la gripe infecta a 1.000 millones de personas en todo el mundo y mata a 650.000, y la tuberculosis, que se encuentra entre las diez principales causas de muerte en todo el mundo y es mucho más contagiosa (un paciente no tratado puede infectar a 10 ó 15 personas), causa 10,4 millones de casos y mata a 1,8 millones de personas.
Casi todos los países del mundo han respondido al coronavirus utilizando una medida, desconocida hasta entonces en la medicina. Es la primera vez en la historia de la humanidad que ocurre un confinamiento de estas características.
(*) https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3600511
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