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2021: El "Gran Reinicio" de Davos

2021: El "Gran Reinicio" de Davos

Traducido al español por el equipo de Sott.net

Para aquellos que se preguntan qué vendrá después de que la pandemia del Covid19 haya logrado cerrar la economía mundial y provocar la peor depresión desde la década de 1930, los líderes de la principal ONG dedicada a la globalización, el Foro Económico Mundial de Davos, acaban de desvelar los lineamientos de lo que podemos esperar a continuación. Estas personas han decidido utilizar esta crisis como una oportunidad.
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© Simon Dawson/Bloomberg/Getty Images, This is Money, WEF, Young Global Leaders, Michael Campanella/Getty Images/KJN
George Soros • Prince Charles • Klaus Schwab • Greta Thunberg • Foro Económico Mundial
El 3 de junio, a través de su sitio web, el Foro Económico Mundial de Davos (FEM) dio a conocer los lineamientos de su próximo foro de enero de 2021. Lo llaman "El Gran Reinicio". Se trata de aprovechar el asombroso impacto del coronavirus para avanzar en una agenda muy específica. Notablemente, esa agenda encaja perfectamente con otra agenda específica, a saber, la Agenda 2030 de las Naciones Unidas del año 2015. Es una enorme ironía que el principal foro de las más importantes empresas del mundo, el que ha impulsado el programa de globalización empresarial desde el decenio de 1990, adopte ahora lo que llaman desarrollo sostenible. Eso nos da una pista de que este programa no es exactamente lo que el FEM y sus asociados afirman.

El Gran Reinicio

El 3 de junio el presidente del FEM, Klaus Schwab, publicó un video anunciando el tema anual para 2021, El Gran Reinicio. Al parecer, se trata de nada menos que de la promoción de un programa global de reestructuración de la economía mundial en líneas muy específicas, no es sorprendente que sea muy parecido al preconizado por el IPCC, por la Greta de Suecia y sus amigos corporativos como Al Gore o Larry Fink de Blackwater.

Es interesante que los portavoces del FEM enmarquen el "reinicio" de la economía mundial en el contexto del coronavirus y el consiguiente colapso de la economía industrial mundial. El sitio web del FEM afirma: "Hay muchas razones para llevar a cabo un Gran Reinicio, pero la más urgente es el COVID-19". Así que el Gran Reinicio de la economía mundial surge del covid19 y la "oportunidad" que presenta.

Al anunciar el tema de 2021, el fundador del FEM, Schwab, dijo a continuación (modificando astutamente el plan):
"Sólo tenemos un planeta y sabemos que el cambio climático podría ser el próximo desastre mundial con consecuencias aún más dramáticas para la humanidad".
Esto implica que el cambio climático es la razón subyacente de la catástrofe de la pandemia de coronavirus.

Para subrayar su programa ecológico "sostenible", el FEM presenta a continuación al futuro rey de Inglaterra, el príncipe Carlos. Refiriéndose a la catástrofe mundial del covid19, el Príncipe de Gales dice:
"Si hay una lección crítica que aprender de esta crisis, es que necesitamos poner a la naturaleza en el centro de nuestra forma de operar. Simplemente no podemos perder más tiempo".
Junto a Schwab y al Príncipe está el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Él afirma:
"Debemos construir economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles que sean más resistentes frente a las pandemias, el cambio climático y los muchos otros cambios mundiales a los que nos enfrentamos".
Cabe mencionar su charla sobre "economías y sociedades sostenibles" (más sobre eso más adelante). La nueva jefa del FMI, Kristalina Georgieva, también aprobó El Gran Reinicio. Otros reiniciadores del FEM fueron Ma Jun, el presidente del Comité de Finanzas Verdes de la Sociedad China de Finanzas y Banca y miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Popular de China; Bernard Looney, director general de BP; Ajay Banga, director general de Mastercard; Bradford Smith, presidente de Microsoft.

Que no haya confusión, el Gran Reinicio no es una idea improvisada de Schwab y sus amigos. La página web del FEM dice:
"Los encierros del COVID-19 pueden estar disminuyendo gradualmente, pero la ansiedad respecto al futuro social y económico del mundo no hace más que intensificarse. Hay buenas razones para preocuparse: ya ha comenzado una fuerte recesión económica, y podríamos estar enfrentando la peor depresión desde los años 30. Sin embargo, aunque este resultado es probable, no es inevitable".
Los patrocinadores del FEM tienen grandes planes:
"...el mundo debe actuar conjuntamente y con rapidez para renovar todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, desde la educación hasta los contratos sociales y las condiciones de trabajo. Todos los países, desde los Estados Unidos hasta China, deben participar, y todas las industrias, desde el petróleo y el gas hasta la tecnología, deben ser transformadas. En resumen, necesitamos un "Gran Reinicio" del capitalismo".
Esto es importante.

Cambios radicales

Schwab revela más sobre los planes que se avecinan:
"...un aspecto positivo de la pandemia es que ha demostrado lo rápido que podemos hacer cambios radicales en nuestro estilo de vida. Casi instantáneamente, la crisis obligó a las empresas y a los individuos a abandonar prácticas que durante mucho tiempo se consideraron esenciales, desde los frecuentes viajes en avión hasta el trabajo en una oficina".
¿Se supone que este es el lado positivo?

Él sugiere que esos cambios radicales se extiendan:
"La agenda del Gran Reinicio tendría tres componentes principales. El primero dirigiría el mercado hacia resultados más justos. Para ello, los gobiernos deberían mejorar la coordinación... y crear las condiciones para una "economía de accionistas..."
Esto incluiría:
"cambios en los impuestos sobre la riqueza, la retirada de los subsidios a los combustibles fósiles, y nuevas normas que regulen la propiedad intelectual, el comercio y la competencia".
El segundo componente del programa del Gran Reinicio aseguraría que "las inversiones promuevan objetivos compartidos, como la igualdad y la sostenibilidad". Aquí el presidente del FEM afirma que los enormes presupuestos recientes de estímulo económico de la UE, EE.UU., China y otros países se utilicen para crear una nueva economía...
"más resistente, equitativa y sostenible a largo plazo. Esto significa, por ejemplo, construir una infraestructura urbana "verde" y crear incentivos para que las industrias mejoren su historial en cuanto a la medición ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés)".
Finalmente, la tercera etapa de este Gran Reinicio implementará uno de los proyectos favoritos de Schwab, la Cuarta Revolución Industrial:
"La tercera y última prioridad del programa del Gran Reinicio es aprovechar las innovaciones de la Cuarta Revolución Industrial para apoyar el bien común, especialmente al abordar los desafíos sanitarios y sociales. Durante la crisis de COVID-19, empresas, universidades y otros han unido sus fuerzas para desarrollar diagnósticos, terapias y posibles vacunas; establecer centros de pruebas; crear mecanismos para el seguimiento de infecciones y ofrecer telemedicina. Imaginen lo que podría ser posible si se hicieran esfuerzos concertados similares en todos los sectores".
La Cuarta Revolución Industrial incluye la biotecnología de la edición genética, las telecomunicaciones 5G, la inteligencia artificial y cosas por el estilo.

La Agenda 2030 de la ONU y el Gran Reinicio

Si comparamos los detalles de la Agenda 2030 de la ONU del 2015 con el Gran Reinicio del FEM encontramos que ambos encajan muy bien. El tema de la Agenda 2030 es un "mundo sostenible", que se define como un mundo con igualdad de ingresos, igualdad de género, vacunas para todos en virtud de la OMS y la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias (CEPI), que fue lanzada en 2017 por el FEM junto con la Fundación Bill y Melinda Gates.

En 2015 la ONU publicó un documento: "Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible". La Administración Obama nunca lo presentó al Senado para su ratificación sabiendo que fracasaría. Sin embargo, esta siendo impulsada a nivel mundial. Incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que amplían una Agenda 21 anterior. Los 17 objetivos incluyen:
"poner fin a la pobreza y el hambre, en todas sus formas y dimensiones [...] proteger el planeta de la degradación, entre otras cosas mediante el consumo y la producción sostenibles, la gestión sostenible de sus recursos naturales y la adopción de medidas urgentes contra el cambio climático...".
Hace un llamamiento al crecimiento económico sostenible, a la agricultura sostenible (OGM), a la energía sostenible y moderna (eólica, solar), a las ciudades sostenibles, a la industrialización sostenible... La palabra sostenible es la palabra clave. Si profundizamos más, está claro que es la palabra clave para una reorganización de la riqueza mundial a través de medios como los impuestos punitivos sobre el carbono, que reducirán drásticamente los viajes aéreos y en coches. El mundo menos desarrollado no se elevará a la categoría de desarrollado, sino que, al contrario, las civilizaciones avanzadas deberán bajar su nivel de vida para ser "sostenibles".

Maurice Strong

Para entender el lenguaje ambiguo de la palabra "sostenible", tenemos que volver a Maurice Strong, un multimillonario petrolero canadiense y amigo íntimo de David Rockefeller, el hombre que desempeñó un papel central en la década de 1970 con la idea de que las emisiones de CO2 producidas por el hombre estaban haciendo que el mundo fuera insostenible. Strong creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y en 1988, el Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (IPCC) para estudiar exclusivamente el CO2 producido por el hombre.

En 1992 Strong señaló lo siguiente:
"¿No es la única esperanza para el planeta que las civilizaciones industrializadas colapsen? ¿No es nuestra responsabilidad lograr eso?" En la Cumbre de la Tierra de Río, Strong añadió ese mismo año que "los actuales estilos de vida y patrones de consumo de la clase media acomodada (que conllevan un alto consumo de carne, uso de combustibles fósiles, electrodomésticos, aire acondicionado y viviendas suburbanas) no son sostenibles".
La decisión de demonizar el CO2, uno de los compuestos más esenciales para sostener toda la vida, humana y vegetal, no es aleatoria. Como dice el profesor Richard Lindzen, un físico atmosférico del MIT:
"El CO2 tiene diferentes atractivos para diferentes personas. Después de todo, ¿qué es? No es un contaminante, es un producto de la respiración de cada criatura viviente, es el producto de toda la respiración de las plantas, es esencial para la vida de las plantas y la fotosíntesis, es un producto de toda la quema industrial, es un producto de la circulación [en automóvil]. Es decir, si se llegara a querer una piedra angular que permitiera controlar todo, desde la exhalación hasta la circulación [en automóvil], este sería un sueño. Así que tiene una especie de atractivo fundamental para la mentalidad burocrática."
Para que no lo olvidemos, el curioso y oportuno ejercicio de pandemia de Nueva York, el Evento201 del 18 de octubre de 2019 fue copatrocinado por el Foro Económico Mundial y la Fundación Gates. Se basó en la idea de que:
"Es sólo cuestión de tiempo para que una de estas epidemias se convierta en global, una pandemia con consecuencias potencialmente catastróficas. Una pandemia grave, que se convierte en el "Evento 201", requeriría una cooperación fiable entre varias industrias, gobiernos nacionales e instituciones internacionales clave".
El escenario de Event201 postulado:
"El brote de un nuevo coronavirus zoonótico transmitido por murciélagos a cerdos y luego a personas, que con el tiempo se vuelve eficientemente transmisible de persona a persona, da lugar a una grave pandemia. El patógeno y la enfermedad que causa están relacionados en gran medida con el SARS, pero es más transmisible en el ámbito comunitario por personas con síntomas leves".
La declaración del Foro Económico Mundial de hacer un Gran Reinicio es, según todos los indicios, un intento apenas velado de hacer avanzar el modelo distópico "sostenible" de la Agenda 2030, un "Nuevo Acuerdo Verde" mundial a raíz de las medidas pandémicas del covid19. Sus estrechos vínculos con los proyectos de la Fundación Gates, con la OMS y con las Naciones Unidas sugieren que pronto podríamos enfrentarnos a un mundo mucho más siniestro una vez se desvanezca la pandemia covid19.
Sobre el autor

F. William Engdahl es consultor y conferencista sobre riesgos estratégicos, es licenciado en política por la Universidad de Princeton y es un autor de gran éxito en materia de petróleo y geopolítica, exclusivamente para la revista en línea "New Eastern Outlook".

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