Llegó el colapso
Sucede con el árbol como con el virus. Te limitan la visión panorámica de la realidad al ser ambos un obstáculo, el primero físico, el segundo mental siendo el primero el más fácil de solucionar, pues basta con cambiar el ángulo de visión separándose del árbol, cosa que con el virus resulta complicado dado que lo tenemos en la imaginación. No digo con lo anterior que no exista, sino que por su condición de invisibilidad al ojo humano se presta fácilmente a la manipulación llegada la ocasión, y ésta ha llegado en la forma del hundimiento del sector financiero que viene arrastrándose y renqueando desde el 2008 para encubrir por medio de la monstruosa emisión de papel moneda fiat su fracaso.
Cabe recordar que en el año 2005 se alcanzó el famoso peak oil, o máximo de la producción de petróleo, así como que en el verano del 2008 el precio del barril rozó los 150 dólares lo que desencadenó el hundimiento financiero ya citado.
11 años más tarde, curiosamente la duración de un ciclo solar, y también en verano el de 2019, los bonos del tesoro americano se hunden entre otras causas por la ruina del esquisto de petróleo, una pesadilla financiera de verano que durante unos años adormeció a USA con la cantinela del mayor productor de petróleo del mundo, un petróleo muy caro de extraer y muy difícil de vender por ser de muy mala calidad. La gran estafa estaba en las últimas. Era imposible reembolsar las enormes deudas contraídas con lo que la madre de todas las crisis estaba servida tras la huída de los países inversores en bonos del tesoro americano y la compra masiva de oro. USA se encontró con el culo al aire.
En otro momento histórico la crisis habría estallado con toda su VIRUlencia cual un 1929 mucho más salvaje. En lugar de eso y coincidiendo, curiosamente, con la corrida financiera de los bonos del tesoro USA, se celebran en Wuhan los juegos olímpicos militares mundiales. Casualidades casuales, ciertamente, en las que malas lenguas dicen que parte del equipo USA llegó contaminado con un extraño virus. El resto ya es historia que sale a la luz lentamente, y que habla de una extraña enfermedad pulmonar tanto en Italia como en Francia, por el momento.
El hundimiento mundial de las bolsas, de la economía, por no hablar de la sociedad en su conjunto, o si me lo permiten, de la civilización tal como la conocemos, habría provocado un tsunami de protestas sin parangón en la Historia, cosa que ha evitado el VIRUS. Los gobiernos de todo el mundo, con la excusa del virus, han encerrado a la población, paralizado parte del tejido productivo, cerrado las fronteras y lanzado una campaña de terrorismo psicológico que continua día tras día mediante la televisión con el tema de la mortandad de una pandemia inexistente en la que, sin duda, han participado de buen o mal grado la OTAN, clase médica, la OMS y la ONU, sin olvidar dos países claves como Rusia con su enorme reserva de materias primas de todo tipo y su armamento de última generación inigualable por el momento y China, potencia emergente y desde ya hegemon universal.
El miedo a la muerte por un virus terrorífico oculta la posible muerte por HAMBRE a corto plazo. Volveré después sobre el tema.
Gran parte de la población ha obedecido como corderos las órdenes de sus carceleros demostrando que no merecen ni libertad, ni seguridad. Están muertos de miedo, un miedo inoculado por un gobierno en teoría democrático y en la práctica totalitario. Les faltaba inocular el miedo a la muerte de sus hijos, esos a quienes ni la OMS, ni los ministerios de salud de ningún país, no hace tanto tiempo y ahí están las hemerotecas, decían que eran indemnes. Pues bien, ahora, azuzan el miedo a que mueran porque seguro que se creen que no han aterrorizado lo suficiente a su población y les meten un poco más de terror. Vuestros hijos van a morir por el coronavirus...
Sobre todo no os relacioneis, guardad las distancias, el prójimo, el familiar, el amigo, el compañero de trabajo puede matarte con el virus..., desconfiad, no os toquéis, quien no obedezca las órdenes del gobierno está poniendo en peligro vuestras vidas. Lavaos las manos, ponéos las mascarillas que hace unos meses os decíamos que no servían para nada -ahora que nuestros amiguetes han comprado millones de mascarillas, hay que venderlas como sea...-
Tras el telón las grandes empresas, no todas, siguen concentrando poder y beneficios comprando a precio de saldo los cadáveres de la pequeña y mediana empresa que les interesa fagocitar perfilando un futuro de macro conglomerados robotizados con cuatro trabajadores al frente y un tejido productivo limitado a lo esencial, un paro cercano al 50 por ciento, una caída enorme de la recaudación de los estados debido a la escasa actividad económica que poco a poco hará imposible el mantenimiento de la estructura del Estado lo que obligará a la gente a organizarse de alguna manera al margen de éste como sucedió tras el derrumbe del Imperio Romano.
A lo anterior cabe citar que el actual ciclo solar 25 caracterizado por la ausencia de manchas solares promete un periodo frío de entre treinta o cuarenta años, dicen los optimistas, pero que bien podría ser similar al conocido como el siglo maldito que entre los siglos XVII y XVIII sufrió la llamada pequeña edad de hielo con su secuela de hambrunas y de revueltas.
Nos alcanza la maldición china de -así vivas tiempos interesantes-.
En otro momento histórico la crisis habría estallado con toda su VIRUlencia cual un 1929 mucho más salvaje. En lugar de eso y coincidiendo, curiosamente, con la corrida financiera de los bonos del tesoro USA, se celebran en Wuhan los juegos olímpicos militares mundiales. Casualidades casuales, ciertamente, en las que malas lenguas dicen que parte del equipo USA llegó contaminado con un extraño virus. El resto ya es historia que sale a la luz lentamente, y que habla de una extraña enfermedad pulmonar tanto en Italia como en Francia, por el momento.
El hundimiento mundial de las bolsas, de la economía, por no hablar de la sociedad en su conjunto, o si me lo permiten, de la civilización tal como la conocemos, habría provocado un tsunami de protestas sin parangón en la Historia, cosa que ha evitado el VIRUS. Los gobiernos de todo el mundo, con la excusa del virus, han encerrado a la población, paralizado parte del tejido productivo, cerrado las fronteras y lanzado una campaña de terrorismo psicológico que continua día tras día mediante la televisión con el tema de la mortandad de una pandemia inexistente en la que, sin duda, han participado de buen o mal grado la OTAN, clase médica, la OMS y la ONU, sin olvidar dos países claves como Rusia con su enorme reserva de materias primas de todo tipo y su armamento de última generación inigualable por el momento y China, potencia emergente y desde ya hegemon universal.
El miedo a la muerte por un virus terrorífico oculta la posible muerte por HAMBRE a corto plazo. Volveré después sobre el tema.
Gran parte de la población ha obedecido como corderos las órdenes de sus carceleros demostrando que no merecen ni libertad, ni seguridad. Están muertos de miedo, un miedo inoculado por un gobierno en teoría democrático y en la práctica totalitario. Les faltaba inocular el miedo a la muerte de sus hijos, esos a quienes ni la OMS, ni los ministerios de salud de ningún país, no hace tanto tiempo y ahí están las hemerotecas, decían que eran indemnes. Pues bien, ahora, azuzan el miedo a que mueran porque seguro que se creen que no han aterrorizado lo suficiente a su población y les meten un poco más de terror. Vuestros hijos van a morir por el coronavirus...
Sobre todo no os relacioneis, guardad las distancias, el prójimo, el familiar, el amigo, el compañero de trabajo puede matarte con el virus..., desconfiad, no os toquéis, quien no obedezca las órdenes del gobierno está poniendo en peligro vuestras vidas. Lavaos las manos, ponéos las mascarillas que hace unos meses os decíamos que no servían para nada -ahora que nuestros amiguetes han comprado millones de mascarillas, hay que venderlas como sea...-
Tras el telón las grandes empresas, no todas, siguen concentrando poder y beneficios comprando a precio de saldo los cadáveres de la pequeña y mediana empresa que les interesa fagocitar perfilando un futuro de macro conglomerados robotizados con cuatro trabajadores al frente y un tejido productivo limitado a lo esencial, un paro cercano al 50 por ciento, una caída enorme de la recaudación de los estados debido a la escasa actividad económica que poco a poco hará imposible el mantenimiento de la estructura del Estado lo que obligará a la gente a organizarse de alguna manera al margen de éste como sucedió tras el derrumbe del Imperio Romano.
A lo anterior cabe citar que el actual ciclo solar 25 caracterizado por la ausencia de manchas solares promete un periodo frío de entre treinta o cuarenta años, dicen los optimistas, pero que bien podría ser similar al conocido como el siglo maldito que entre los siglos XVII y XVIII sufrió la llamada pequeña edad de hielo con su secuela de hambrunas y de revueltas.
Nos alcanza la maldición china de -así vivas tiempos interesantes-.
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