Juegos nucleares de guerra
Bajo la lupa
Cumbre del zar y el mandarín con juegos nucleares de guerra y críticas a Trump
Alfredo Jalife-Rahme
▲ Tribute in Light es una instalación de reflectores situada
donde estuvo World Trade Center que crea dos columnas verticales de luz
en recuerdo de los atentados del 11/9.Foto Ap
C
oincidencias fatídicas el 11/9 de 2018: EU se sumerge en su implosivo caos (http://bit.ly/2NDGYjK), mientras arrancan los ejercicios militares Vostok 18 con simulación de armas tácticas nucleares de Rusia, acompañada por China y Mongolia (http://bit.ly/2MrBSTm).
También por primera vez y en la misma fecha sin crónica del 11/9
de 2018, China participa en el cuarto Foro Económico Oriental en la
ciudad rusa de Vladivostok en el lejano oriente, no lejos de los
ejercicios militares del Vostok 18 (http://bit.ly/2NzHa3H), que coincide también con los ejercicios militares Rapid Trident de la OTAN en Ucrania del 3 al 15 de septiembre (http://bit.ly/2Ny1mD8).En la dinámica cronológica geoestratégica, 17 años después al 11/9 de 2001, el acercamiento cada vez más profundo del zar Vlady Putin y del mandarín Xi Jinping –quienes en lo que va del año se han reunido en tres ocasiones, las dos veces anteriores en Pekín y Johannesburgo– puede tener un efecto más profundo y duradero en el lejano oriente entre Rusia y China, que el triple derrumbe en Nueva York –de dos torres gemelas por la mañana y otro tercer edificio por la tarde (http://bit.ly/2NAYAgc).
Sea cual fuere la autoría real del polémico 11/9 en Nueva York, la
guerra contra el terror yihadistade Baby Bush/Obama y Hillary Clinton –después de sus cataclismos bélicos en Irak, Afganistán, Somalia, Libia y Siria –parece haber llegado a su límite de conveniencia geoestratégica cuando Trump, el Pentágono y el Departamento de Estado, en la fase del ex director de la CIA Mike Pompeo, han elevado el nivel de la confrontación con dos superpotencias de mayor nivel: Rusia y China (http://bit.ly/2NyxC90).
Con la coartada de la
guerra contra el terrordesde hace 17 años, EU no pudo socavar las entrañas islámicas de Rusia y China: asediadas en sus fronteras por el yihadismo teledirigido.
La interpretación del Financial Times (11/9/18) de la presencia del mandarín Xi en Vladivostok junto al zar Vlady Putin atestigua la voluntad de ambos mandatarios de combatir el proteccionismo de Trump, quien escala su guerra comercial contra China y asesta nuevas sanciones contra Rusia.
El zar ruso Vlady declaró en forma significativa que estaba alineado con el mandarín Xi sobre el contencioso de la península coreana.
Según el rotativo chino Global Times,
Washington es el que promovió (sic) los lazos de China y Rusia al asfixiar estratégicamente a los dos países, que
adoptan una postura unificada en los temas globalesy cuya
cooperación estratégica integralno solamente
es crucial para ambas potencias mayores, sino también para el equilibrio estratégico global(http://bit.ly/2Ny2SVQ).
Los académicos chinos destacan la complementariedad comercial y económica de Pekín y Moscú: la demanda china del petróleo y gas ruso se ha incrementado, mientras
una mejor conectividad terrestre puede disminuir en forma significativa el costo del comercio y hacerlo más seguro.
A mi juicio, su calidad de
seguroes muy debatible, ya que esa es la labor del yihadismo: torpedear la Ruta de la Seda (http://bit.ly/2NDF2aY).
Según los mismos académicos chinos,
como líder en comercio electrónico, industria ligera (sic) y desarrollo de infraestructura, China tiene mucho que ofrecer a Rusia, mientras ésta puede ofrecer a China su experiencia válida en la industria pesada (sic) y en los ámbitos aeroespacial y militar.
La cumbre de Vladivostok está acoplada al Vostok 18, a la Ruta de la Seda y a la UEE: bajo el paraguas del Grupo de Shanghái, cuya creación fue anunciada tres meses antes del 11/9 neoyorkino de 2001 (http://bit.ly/2NytJB0).
Se trata de una dinámica geoestratégica de casi una generación:con EU a la baja y Rusia/China al alza.
AlfredoJalife.com
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