"¡QUE SE JODAN LOS PENSIONISTAS!"
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
A
veces, las oportunidades que se presentan para conocer los auténticos
sentimientos de quienes nos gobiernan son escasas. Pero cuando el odio y
el desprecio hacia "los de abajo" no
encuentra barreras de contención y hay en las proximidades una cámara
que capte para la posteridad esos momentos veraces, auténticos, el "odio de clase" queda perfectamente retratado. Un odio, por cierto, que para las clases altas está legitimado, pero que para los otros, para "los odiados", se persigue hasta el punto de promulgar leyes muy estrictas que impiden que pueda ser expresado.
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La verdad es que a los representantes institucionales del Partido Popular suelen sufrir a menudo este tipo de iracundos "arranques". Eso debe responder a lo que se llama el "orgullo de clase". Como el de aquella otra diputada valenciana del mismo partido que, refiriéndose a los parados, exclamó en pleno Congreso: "¡que se jodan!".
Ahora ha sido la mismísima Secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, la que respondiendo a lo que le pedía su cuerpo y la clase social a la que pertenece - o representa, que viene a ser más o menos lo mismo - vomitó su repugnancia hacia los pensionistas alicantinos que se manifestaban, abucheando la presencia del presidente Rajoy, gruñendo entre dientes:
"¡Entran ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles 'os jodeis!'".
Tuvo mala suerte la señora Secretaria de Estado. En sus proximidades había una cámara de 12TV que
captó qué es lo que esta dama siente en realidad hacia quienes tienen
la inaceptable osadía plebeya de reclamar las pensiones que
corresponden a una larga vida de trabajo.
Las
plataformas de pensionistas han reclamado automaticamente su dimisión.
No estoy de acuerdo. Es un topicazo que en la España francocrática se ha
llegado convetir en un obligado requisito para mitigar de esa manera la
rabia que provocan hechos como este . La Secretaria de Estado para la Comunicación
no hizo que otra cosa que expresarse diáfanamente, como le pedían sus
negrísimas entrañas. Y, además, si dimitiera… ¿de qué serviría? ¿Alguien
piensa que el que la sustituya no iba a albergar los mismos
sentimientos clasistas que ella? Realmente ¿alguien lo cree? Si fuera
así, no podría ser por otra razón que porque no se ha entendido que lo
que ha empujado a esa señora expresarse como lo hizo fue su "arrogancia de clase". Y para acabar con esa soberbia clasista a lo que hay que proceder es acabar con la clase misma.
http://www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=B3E4_3SMCvI
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