Mierda de Hallowen...

Los zombis existen, es más, estamos rodeados de ellos, pero en lugar de zombis los llamamos gilipollas.
No tienen plumas, tienen dos patas como los pollos y hasta emiten sonidos que parecen humanos, pero no son humanos, son zombis, es decir gilipollas que imitan hábitos, costumbres o imbecilidades de otros lares ignorando las propias cosa que, además de cutre, resulta como muy de analfabetos funcionales, es decir de catetos de aldea con boina enroscada hasta las orejas.
Me acaban de enviar algo tan entrañable como el cartel que una familia mexicana ha colgado en la puerta de su casa. Vean y avergüéncense de imitar costumbres de un país que nos dejó en la estacada con un dictador que duró cuarenta años. Aquí celebramos la noche de difuntos, o la noche de las ánimas, o la fiesta de todos los santos; la fiesta celta del Saman antigua como de tres milenios.

 Recuerden a todos sus antepasados con cariño y con respeto.