Contra el régimen fascista español
España es un estado gamberro que se pasa por el forro de los cojones lo que diga la ONU, la Unión Europea, o no importa que organización incluyendo tribunales. Es algo así como la versión casposa y torera de Israel en modo norteafricano que es lo que nos pertenece por derecho y por desecho.
Ya he comentado varias veces que España es un Estado de DESECHO, es decir una basura sin parangón en Europa en donde medran y se perpetúan los entes más repugnantes y viles del fascismo impune español aceptado por Europa a cambio de la sangre de todo el pueblo español que pagará la deuda de la burbuja durante generaciones si no saca guillotinas a la plaza pública. No olvide nadie que si España entró en la U.E. fue para ser exprimida como un limon, y tras dejarla exhausta, tirarla al vertedero de la Historia.Estamos en ello.
Que un mierda de policía semi analfabeto se permita el lujo de partirle la cabeza a una senadora de una formación política vasca por el mero hecho de manifestarse contra el registro de una sede de solidaridad con presos de ETA, mientras torturadores y asesinos fascistas se pasean sin recato libremente, estando reclamados por la Interpol, muestra los niveles de ignominia que ha alcanzado esta mierda de estado (sic) basura y lodazal donde chapotean todas las instituciones y reptieles de ese mismo estado que nunca fue depurado, y por que no decirlo fusilado de acuerdo con la constirución republicana de 1931.
De momento han conseguido que un servidor apoye la secesión del País Vasco de esta mierda de tierra llena de sangre y de caspa.
Váyanse a la puta mierda señores de las cloacas.
LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SU HISTORIA ESTAN OBLIGADOS A REPETIRLA.
Ya saben por qué esta podrida Europa no expulsa a España de su putiferio. Tienen que dejarla en los huesos con la ayuda de la casta política.
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Información adicional:
España es el único país del mundo que no admite la
inspección internacional de la Organización para la Seguridad y
Cooperación Europea (OSCE) sobre su curioso régimen de Monarquía de
partidos o partitocracia, lo que le ha llevado a incluirla en la “lista
negra” de países con libertades restringidas, donde figuran Serbia, Bosnia-Herzegovina, Rusia, Bulgaria, Albania, Azerbaiyán, Uzbekistán, Kazajstan y Kosovo. Mientras condena a España, la OSCE valora los avances democráticos producidos en Turkmenistán, Afganistán, Moldavia, Kazajstan, Bielorrusia, Azerbaiyán, Ucrania y Montenegro
en política penitenciaria, fronteriza, judicial, industrial, libertad
de prensa, propiedad intelectual, violencia de género y medio ambiente,
según la relación de los comunicados de condena similares a los que han
tenido al régimen español como protagonista.
Por el contrario, Grecia, Italia, Portugal, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Croacia, Hungría, Italia, Moldavia, Polonia, Serbia, Eslovaquia y Ucrania sí han permitido a la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) inspecciones de diplomáticos independientes en calidad de observadores para vigilar si se dan las condiciones democráticas en torno al derecho de reunión y manifestación de sus compatriotas.
Y es que diplomáticos de todo el mundo han contemplado estupefactos como España reprime el derecho de manifestación y de reunión de sus ciudadanos y comienzan a explicarse así como un país con 6 millones de parados, 2 millones de exiliados y 1 millón de niños malnutridos no se lanza con más asiduidad a la calle contra sus autoridades. De hecho, las notas de la OSCE son de lectura obligatoria en el mundo diplomático y se reciben en las embajadas de todos los países adscritos a la misma.
Este organismo oficial europeo que vigila las libertades de los países que desean corroborar su calidad democrática tuvo que emitir el pasado viernes un comunicado oficial desde Viena (Austria) en el que condena a España por la expulsión de seis diplomáticos que venían a inspeccionar la manifestación que bajo el lema “Jaque al Rey” pretendía protestar contra la corrupción de la Corona española y la ausencia de un referendum que la legitime por el pueblo, junto a la exigencia de un proceso constituyente que consagre las principales características de los regímenes democráticos: división de poderes, elección directa de representantes, libertad de manifestación y reunión, etc…
La OSCE es hoy la organización mundial políticamente más influyente del planeta y a ella está adherida España, lo que ha dejado perplejos a los diplomáticos demócratas: “Con 57 Estados de Europa, Asia Central y América del Norte, la OSCE es la mayor organización de seguridad regional del mundo” señalan, y en efecto en su plantilla figuran los seis observadores expulsados de España: Omar Fisher, Irina Urumova, Aleksandra Dloubak, Bartlomiej Lipinski, Marcin Jezulin y Yevgenia Aretisova.
En un gesto poco habitual y cargado de significado, el comunicado oficial de OSCE contra España está firmado por el diplomático esloveno Janez Lenarcic, máximo representante y director de la Oficina encargada de fiscalizar las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (OSCE/ODIHR). El embajador Lenarcic recuerda que España se comprometió ante la comunidad internacional a garantizar la libertad de reunión y el control internacional que lo verifique debe estar siempre preservado.
Con la llegada de un nuevo Gobierno del PP y la alianza estable con el PSOE en cuanto al régimen monárquico se refiere, lo único que ha podido verificar la OSCE es que “este cambio es sorprendente”, pues antes las autoridades diplomáticas podían comprobar el estado de las libertades en España “con buena cooperación” y ahora no pueden, ya que sus representantes son expulsados.
Hace cuatro meses, concretamente en el mes de mayo, el presidente Mariano Rajoy y el ministro García Margallo “se comprometieron a cooperar plenamente” con la OSCE para que sus inspectores pudieran confirmar el estado de las libertades en España. Tras las imágenes que inundaron las televisiones y periódicos de medio mundo con la brutal represión de la masiva manifestación de “Rodea el Congreso”, convocada por la “Coordinadora 25-S” (la misma asociación ciudadana que organizó “Jaque al Rey”), los diplomáticos internacionales se temían lo peor.
Y en efecto así ocurrió: 1400 policías para una cifra de entre 2000 y 9000 manifestantes, según el Gobierno o los organizadores, pero además detenciones previas, identificaciones masivas, el cierre de una estación de metro (Opera) para impedir el acceso, bloqueo de autobuses con participantes, etc... Durante el pasado 25-S, todo esto fue acompañado además de prolongadas retenciones en comisaría, multas, agresiones policiales y hasta “confiscación” de material “subversivo”, pues la Delegación del Gobierno de Madrid que preside la aún convaleciente Cristina Cifuentes alegaba que los palos de las banderas y las pancartas eran en realidad instrumentos preparados para “agredir” a la policía.
El embajador Janez Lenarcic, no obstante, ya no parece creerse la versión de las autoridades españolas al impedir su comprobación: “La oposición repentina por parte de las autoridades españolas nos plantea preocupación sobre sus intenciones”, dice la OSCE en su nota pública, al tiempo que pide a los políticos españoles en el poder que “garanticen el pleno respeto a la libertad de reunión pacífica de acuerdo con compromisos de la OSCE y otras normas internacionales de derechos humanos.”
El hecho es que para la OSCE cada país tiene su problema y las protestas ciudadanas así lo reflejan, por lo que es la represión de los Gobiernos lo que lo deja en evidencia. En España es “la institución de la Monarquía”, en Serbia es la igualdad homosexual, en Rusia, Azerbayán, Uzbekistán y Kazajistán la libertad de prensa, etc…
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Otra fascistada más del Partido Popular:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/30/madrid/1380567359_221433.html
Ya he comentado varias veces que España es un Estado de DESECHO, es decir una basura sin parangón en Europa en donde medran y se perpetúan los entes más repugnantes y viles del fascismo impune español aceptado por Europa a cambio de la sangre de todo el pueblo español que pagará la deuda de la burbuja durante generaciones si no saca guillotinas a la plaza pública. No olvide nadie que si España entró en la U.E. fue para ser exprimida como un limon, y tras dejarla exhausta, tirarla al vertedero de la Historia.Estamos en ello.
Que un mierda de policía semi analfabeto se permita el lujo de partirle la cabeza a una senadora de una formación política vasca por el mero hecho de manifestarse contra el registro de una sede de solidaridad con presos de ETA, mientras torturadores y asesinos fascistas se pasean sin recato libremente, estando reclamados por la Interpol, muestra los niveles de ignominia que ha alcanzado esta mierda de estado (sic) basura y lodazal donde chapotean todas las instituciones y reptieles de ese mismo estado que nunca fue depurado, y por que no decirlo fusilado de acuerdo con la constirución republicana de 1931.
De momento han conseguido que un servidor apoye la secesión del País Vasco de esta mierda de tierra llena de sangre y de caspa.
Váyanse a la puta mierda señores de las cloacas.
LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SU HISTORIA ESTAN OBLIGADOS A REPETIRLA.
Amalur Mendizabal, víctima de violencia de género con el agravante de atentado terrorista a una autoridad elegida democráticamente.
DA VERGÚENZA DECIR QUE UNO ES ESPAÑOL.
Las bandas terroristas armadascontra el pueblo soberano:
Ya saben por qué esta podrida Europa no expulsa a España de su putiferio. Tienen que dejarla en los huesos con la ayuda de la casta política.
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Información adicional:
Partitocracia — 29 septiembre 2013
Por el contrario, Grecia, Italia, Portugal, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Croacia, Hungría, Italia, Moldavia, Polonia, Serbia, Eslovaquia y Ucrania sí han permitido a la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) inspecciones de diplomáticos independientes en calidad de observadores para vigilar si se dan las condiciones democráticas en torno al derecho de reunión y manifestación de sus compatriotas.
Y es que diplomáticos de todo el mundo han contemplado estupefactos como España reprime el derecho de manifestación y de reunión de sus ciudadanos y comienzan a explicarse así como un país con 6 millones de parados, 2 millones de exiliados y 1 millón de niños malnutridos no se lanza con más asiduidad a la calle contra sus autoridades. De hecho, las notas de la OSCE son de lectura obligatoria en el mundo diplomático y se reciben en las embajadas de todos los países adscritos a la misma.
Este organismo oficial europeo que vigila las libertades de los países que desean corroborar su calidad democrática tuvo que emitir el pasado viernes un comunicado oficial desde Viena (Austria) en el que condena a España por la expulsión de seis diplomáticos que venían a inspeccionar la manifestación que bajo el lema “Jaque al Rey” pretendía protestar contra la corrupción de la Corona española y la ausencia de un referendum que la legitime por el pueblo, junto a la exigencia de un proceso constituyente que consagre las principales características de los regímenes democráticos: división de poderes, elección directa de representantes, libertad de manifestación y reunión, etc…
La OSCE es hoy la organización mundial políticamente más influyente del planeta y a ella está adherida España, lo que ha dejado perplejos a los diplomáticos demócratas: “Con 57 Estados de Europa, Asia Central y América del Norte, la OSCE es la mayor organización de seguridad regional del mundo” señalan, y en efecto en su plantilla figuran los seis observadores expulsados de España: Omar Fisher, Irina Urumova, Aleksandra Dloubak, Bartlomiej Lipinski, Marcin Jezulin y Yevgenia Aretisova.
En un gesto poco habitual y cargado de significado, el comunicado oficial de OSCE contra España está firmado por el diplomático esloveno Janez Lenarcic, máximo representante y director de la Oficina encargada de fiscalizar las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (OSCE/ODIHR). El embajador Lenarcic recuerda que España se comprometió ante la comunidad internacional a garantizar la libertad de reunión y el control internacional que lo verifique debe estar siempre preservado.
Con la llegada de un nuevo Gobierno del PP y la alianza estable con el PSOE en cuanto al régimen monárquico se refiere, lo único que ha podido verificar la OSCE es que “este cambio es sorprendente”, pues antes las autoridades diplomáticas podían comprobar el estado de las libertades en España “con buena cooperación” y ahora no pueden, ya que sus representantes son expulsados.
Hace cuatro meses, concretamente en el mes de mayo, el presidente Mariano Rajoy y el ministro García Margallo “se comprometieron a cooperar plenamente” con la OSCE para que sus inspectores pudieran confirmar el estado de las libertades en España. Tras las imágenes que inundaron las televisiones y periódicos de medio mundo con la brutal represión de la masiva manifestación de “Rodea el Congreso”, convocada por la “Coordinadora 25-S” (la misma asociación ciudadana que organizó “Jaque al Rey”), los diplomáticos internacionales se temían lo peor.
Y en efecto así ocurrió: 1400 policías para una cifra de entre 2000 y 9000 manifestantes, según el Gobierno o los organizadores, pero además detenciones previas, identificaciones masivas, el cierre de una estación de metro (Opera) para impedir el acceso, bloqueo de autobuses con participantes, etc... Durante el pasado 25-S, todo esto fue acompañado además de prolongadas retenciones en comisaría, multas, agresiones policiales y hasta “confiscación” de material “subversivo”, pues la Delegación del Gobierno de Madrid que preside la aún convaleciente Cristina Cifuentes alegaba que los palos de las banderas y las pancartas eran en realidad instrumentos preparados para “agredir” a la policía.
El embajador Janez Lenarcic, no obstante, ya no parece creerse la versión de las autoridades españolas al impedir su comprobación: “La oposición repentina por parte de las autoridades españolas nos plantea preocupación sobre sus intenciones”, dice la OSCE en su nota pública, al tiempo que pide a los políticos españoles en el poder que “garanticen el pleno respeto a la libertad de reunión pacífica de acuerdo con compromisos de la OSCE y otras normas internacionales de derechos humanos.”
El hecho es que para la OSCE cada país tiene su problema y las protestas ciudadanas así lo reflejan, por lo que es la represión de los Gobiernos lo que lo deja en evidencia. En España es “la institución de la Monarquía”, en Serbia es la igualdad homosexual, en Rusia, Azerbayán, Uzbekistán y Kazajistán la libertad de prensa, etc…
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Otra fascistada más del Partido Popular:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/30/madrid/1380567359_221433.html
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