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Una
fuente diplomática dijo al diario As Safir que “la guerra de EEUU
contra Siria comenzó y terminó en el momento en que dos misiles
balísticos fueron disparados, dejando tras de sí una información
confusa, ya que Israel negó haberlos lanzado mientras que Rusia confirmó
el lanzamiento. Poco después, una declaración israelí afirmó que ellos
fueron disparados en el curso de unas maniobras conjuntas con EEUU y que
habían caído en el mar, añadiendo que los lanzamientos no estaban
relacionados con la crisis en Siria.
El diario libanés señaló, sin embargo, que fueron “las fuerzas
estadounidenses las que dispararon los dos misiles desde una base de la
OTAN en España” y que ellos fueron instantáneamente detectados por los
radares rusos y confrontados por los sistemas de defensa antimisil
rusos, de tal modo que uno explotó en el aire y el otro cayó desviado
hacia el mar.
En este contexto, la fuente señaló que “las declaraciones emitidas
por el Ministerio de Defensa ruso, que revelaron la detección de dos
misiles balísticos lanzados con dirección al Oriente Medio, no
desvelaron dos puntos: el primero fue la localización desde la que los
dos misiles fueron lanzados, y el segundo fue su derribo. ¿Por qué?
Porque en el momento en el que los misiles fueron lanzados, el jefe del
Servicio de Inteligencia ruso contactó con la Inteligencia
estadounidense y le informó que “atacar Damasco significa atacar Moscú”.
“Hemos eliminado la información de que derribamos los dos misiles de la
declaración para preservar las relaciones bilaterales y evitar una
escalada. De este modo, deben considerar inmediatamente sus políticas,
enfoques e intenciones en la crisis siria y pueden estar seguros que no
pueden eliminar nuestra presencia en el Mediterráneo.”
“Esta confrontación directa entre Moscú y Washington incrementó la
confusión dentro de la Administración Obama y su certeza de que el lado
ruso estaba dispuesto a ir hasta el final en su apoyo a Siria y que EEUU
no tenía otra salida del impasse creado que a través de una iniciativa
rusa que permitiera salvar la cara de la Administración Obama,” añadió.
Desde este punto de vista, la fuente diplomática clarificó que “con
el fin de evitar una mayor confusión estadounidense y después de que
Israel negara saber nada sobre el disparo de los misiles en su primera
declaración, lo cual era verdad, Washington pidió a Tel Aviv que
asumiera el disparo de los misiles con el fin de salvar su cara ante la
comunidad internacional, especialmente dado que estos dos misiles eran
el inicio de la operación militar contra Siria, después de lo cual se
suponía que Obama iba a acudir a la Cumbre del G-20 en Rusia para
negociar el destino del presidente sirio, Bashar al Assad. Sin embargo,
él fue allí a buscar una salida del punto muerto en el que se
encontraba”.
La fuente indicó además que “después de la confrontación de los
misiles entre EEUU y Rusia, Moscú buscó incrementar su presencia naval
en el Mediterráneo. También se fijó un plazo para anunciar su iniciativa
para impedir la agresión contra Siria a continuación de la Cumbre del
G-20, tras los encuentros que tuvieron lugar al margen de la misma y que
fueron seguidos por dos visitas sucesivas del viceministro de
Exteriores iraní, Hussein Amir Abdul Lahyan, y del ministro sirio de
Exteriores, Walid al Muallim, que fueron coordinadas con el lado ruso.
En el transcurso de la visita de Muallim se llevó a cabo un anuncio
sirio sobre la aprobación de la iniciativa rusa, que ha puesto las armas
químicas de Siria bajo supervisión internacional.
Finalmente, la fuente señaló que “uno de los primeros resultados de
la confrontación militar ruso-estadounidense fue que la Cámara de los
Comunes británica rechazó participar en la guerra contra Siria. Esto fue
seguido por la toma de posición de otros gobiernos europeos, como el de
Angela Merkel en Alemania, en contra de un conflicto en el país árabe.” |
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Source: Periódicos
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16-09-2013 | | |
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