Inmigración
La burguesía ha encontrado en la globalización un método ideal para joder el nivel de vida de todos los trabajadores. De hecho, los restos de las antiguas herederas de las organizaciones de izquierda presas de un rancio regusto, ha malinterpretado por ignorancia y falta de análisis el sentido del internacionalismo proletario, han confundido el culo con las temporas y han jaleado al capital a realizar el "dumping laboral global".
Esta basca de izquierdistas revenidos merecen latigazos en sus atocinados culos, máxime cuando sabemos que son tan corruptos, o más, que "la derecha", pues no le han hecho ascos a recibir dinero del Estado, ni a participar en corruptelas derivadas de la construcción y, si bien es cierto que hay grupos que no participado en la rebatiña de latrocinio y corrupción económica, también lo es que no se han opuesto a las políticas de ESQUIROLEO masivo ideado por los amos del mundo.
Hora es ya de dejarnos de mundos seráficos y volver a la realidad de un país como España donde la juventud se marcha, posiblemente para no volver jamás, mientras que los que se quedan oscilan entre el botellón, el acoholismo, la droga o la desesperación en soledad.
Sigan por tanto defendiendo la entrada de inmigrantes en un país con el para más elevado de toda Europa,¡miopes!; un país no es una ONG.
Mientras se les quitan las legañas de los ojos, lean si pueden:
elmanifiesto.com 15 de octubre de 2007 |
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Archivo Adjunto: InformeVerstrynge.pdf (Tamano: 122,1 kb.) |
Elmanifiesto.com
El
informe de Verstrynge, después de una introducción general, se
estructura como una respuesta a los “mitos” que difunde el discurso
dominante sobre la inmigración. Aquí reproducimos literalmente los
fragmentos más significativos del informe, incluido su ilustrativo
epílogo:
“Primer mito: "todos contentos".
La inmigración se hallaría, dicen, en el origen del crecimiento
español. En realidad, el agente principal del crecimiento español ha
sido el ingreso en la UE, el 01-01-1986. Desde entonces hemos crecido 20
puntos, es decir, un punto por año. Como señala Concha Martín, "buena
parte de los avances se explican por los fondos a los que España ha
podido acceder y que suman más de 150.000 millones de euros en estos
últimos 20 años". (…)
Segundo mito: "los inmigrantes vienen a desempeñar trabajos que los autóctonos ya rechazamos":
Falso. Vienen a desempeñar trabajos que están muy mal pagados. Si la
remuneración fuera decente, esos puestos de trabajo estarían ocupados
por los españoles o por los "comunitarios". (…)
Tercer
mito: "acogiendo los pobres de los países emisores, contribuimos a
aliviar, allá, además de coyunturas negativas personales, coyunturas
negativas nacionales".
Si la inmigración impide, acá, la mutación necesaria en la
productividad, impide en parte allá, es decir en origen, el necesario
despegue económico y científico. Y ello porque esos países son sangrados
de lo mejor de sus cuadros… Porque no son aquellos con una mano delante
y otra detrás los que mayoritariamente vienen acá, sino los que están
formados (a costa del erario público) y los que tienen capacidad
(individual, grupal, o familiar) de generar el excedente con el que
pagan el cayuco, al traficante … y al funcionario del Estado que mira
para otro lado. (…)
Cuarto mito: "los inmigrantes aportan más de lo que cuestan".
Falso doblemente, ni con carácter inmediato, ni a término, es cierta
esa afirmación. Y además, depende de "¿para quién?". Es evidente que, si
a largo plazo, los inmigrantes frenan los incrementos de productividad,
a corto plazo son muy rentables para el capital, tratándose de mano de
obra barata, sumisa y paciente. Ello por ahora; porque téngase en cuenta
que con la generación aquí nacida, o aquí traída desde la infancia, el
panorama variará considerablemente, acabándose (véanse Francia y sus
suburbios) lo que para muchos suple el "mito del buen salvaje". (…)
Quinto mito: "los inmigrantes tienda a rejuvenecer la población y, por ello a asegurar nuestra vejez".
Realmente aquí coexisten (y se alimentan mutuamente) dos mitos. O mejor
una estafa y un mito. Comencemos por la estafa: se nos dice que
corresponde a la población activa mantener a los que dejan de trabajar.
¿Sólo a ella? Es decir, ¿no tienen nada que aportar las enormes
ganancias de productividad de las que año tras año se beneficia el
capital? Por ejemplo: si hace 20 años se necesitaban tres turnos de 8
horas para producir 300 automóviles, y hoy tan sólo se necesita uno,
¿nada tiene que ver esa empresa en el mantenimiento de los ya inactivos?
Es decir, a productividad mayor obtenida por las empresas ¿no
corresponde mayor obligación social? Por lo visto, al trabajador toda la
obligación, pero al capital "si te he visto no me acuerdo….". Ahora el
mito: a saber la mayor natalidad de los inmigrantes. De hecho, estos se
adaptan muy rápidamente al patrón dominante de la madre española. Es
decir dos hijos por pareja como media. Contribución a una
sobrenatalidad: prácticamente nada. Y, de hecho, las parejas inmigrantes
adoptan ese patrón de comportamiento por los mismos motivos que las
parejas españolas: no se hacen hijos con salarios bajos y con
inestabilidad laboral.
Epílogo
América
Latina esta virando en algunos casos hacia una izquierda populista que
obviamente va a repartir rentas petroleras o/y mineras (ejemplo: Hugo
Chávez), y en otros hacia una seudo izquierda que terminará siendo
social-liberal pero mientras algo hará para la galería (ejemplo, Lula); a
su vez, en el 2006, el Producto Interior Bruto del continente africano
crecerá casi un 6%. Es pues el momento de aplicar políticas claras en
relación con una "sobreinmigración" insoportable no sólo para el país en
sí sino, y sobre todo, para las clases más desfavorecidas; política
cuyos puntos mínimos serían:
1º. Hasta poder asistir correctamente a los inmigrantes ya dentro de España, cerrar puertas a los inmigrantes no europeos.
2º.
Devolución incentivada de todos los inmigrantes que hayan cometido
delitos importantes y, desde luego, de todos los ilegales. Primero
porque no existe ningún derecho humano (ni en la Declaración de Derechos
del Hombre y del Ciudadano francesa ni en la onusiana) que permita
forzar la entrada a la casa del vecino (y menos aún sin aceptar cumplir
con las normas básicas de convivencia de la casa huésped). Segundo,
porque si la inmigración tira los salarios a la baja, la ilegal los
lleva al abismo….
3º.
Inmigración sólo aceptada en base a contratos previamente obtenidos y
temporales (y validados por un visado en buena y debida regla en el caso
de inmigrantes no europeos): si la precariedad afecta al trabajador
español y al inmigrante legal ya establecido, lo menos es que al mismo
rasero sea sometido el "aspirante" no europeo.
4º.
Números clausus en las empresas: en tanto se cumpla dicha limitación,
aportarán las empresas una cantidad a la Seguridad Social destinada a
financiar los gasto de vivienda, sanidad y educación tanto del
inmigrante como de su familia "reagrupada" y coste del transporte de
repatriación. En el caso de que la empresa emplee ilegales habría que
duplicar esa aportación.
5º. Políticas estrictas de visados para el llamado "falso turismo".
6º. Legalizaciones sólo caso por caso.
7º.
Nacionalizaciones sólo caso por caso, tras 5 años de residencia
permanente, y siempre y cuando la entrada en el país sea legal y no se
haya delinquido gravemente.
8º. Reagrupación familiar sólo en el caso de familias de nacionalidad europea. Lucha contra el fraude en la materia.
9º. Cuatro años de vida en común demostrada para obtener la nacionalidad por matrimonio o pareja de hecho.
10º.
Consideración final: Los españoles somos europeos. Ciertamente tuvimos
una deuda con Hispanoamérica tras la colonización de ésta, deuda ya
saldada, vía inversiones, emigración, inmigración, y lo que allá
dejamos. Tenemos una deuda con África por tráfico de esclavos, que habrá
que saldar con ayuda masiva al desarrollo; pero somos ante todo
europeos, y además Europa nos ha inundado de riqueza y solidaridad en
los últimos 20 años. La apertura de Europa hacia el Este, nos obliga,
moralmente, a un esfuerzo solidario en materia de inmigración procedente
de dicha zona”.
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