España, tocada y hundida
Otra magnífica entrada del blog "ataque al poder" en la que su autor analiza el colapso del mundo financiero español y su rescate a costa de los ciudadanos españoles.
La oligarquía financiera ha hundido el país, ha conseguido imponer la destrucción del Estado al endosarle la deuda bancaria en la mayor socialización de pérdidas de toda la historia. Este sindicato del crimen no hubiera conquistado su objetivo sin la colaboración inestimable de sus lacayos: los políticos que en una cofradía de sinvergüenzas se reparten el poder. Los ciudadanos se quedan indefensos frente a esta agresión que no tiene nombre, nos sale más a cuenta romper la baraja que continuar la partida con estos tahúres, con las cartas marcadas, antes que nos desplumen totalmente. Pocos saben lo que nos espera para el próximo año, que lo tenemos a la vuelta de la esquina, el deterioro será espectacular y se tardarán años y años en recomponer la situación. La insumisión es lo único que nos queda, el rechazo a las decisiones impuestas pataleando por separado, cada uno a lo suyo, no sirve de nada. La solución, si es que la hay, está en la convicción de hacernos oír, todos a una, y que en Europa se enteren, de una vez por todas, que los ciudadanos de este país hemos sido engañados por nuestros políticos y por los rateros del poder económico. Han endeudando las arcas públicas hasta la estratósfera con deuda odiosa. Han de saber, alto y claro, que no estamos dispuestos a pagar una deuda que no nos corresponde. Existe evidencia documental, expuesta en No quieren que hable (post de este mismo mes) que los inspectores del Banco de España advirtieron en 2005 y 2006 de la explosión que se iba a producir en las finanzas españolas por la concentración de préstamos y créditos inmobiliarios en los bancos y sobre todo en las cajas de ahorros embutidas de políticos que habían utilizado el cargo para forrarse en negocios del tocho. La media del sector bancario con riesgo en ladrillo era del 60% de sus créditos, la Caja de Ahorros del Mediterráneo CAM llegó al 90%. Así le fue.
Estos truhanes han hundido el país con la pasividad de una población sumisa que es engañada por unos medios de comunicación en manos del poder económico, lo curioso de la mentira proclamada es que es difundida por aquellos mismos que son de los primeros en conocer el camino de la puerta y la precariedad del desempleo: los periodistas. Estos personajes por mantener su culo en la redacción han tragado carros y carretas y su fuerza de conjunto, aunque fuera a través de los colegios de periodistas, se ha diluido en nada. Si un día se pasan cuentas en este país, a los periodistas se les tendrá que preguntar por su actuación colectiva. De momento, agua pasada no mueve molino, será la ciudadanía la que se tendrá que recomponer, en esta situación descontrolada, con el agravante de la inacción que sólo ha hecho que agravar la situación. Son los medios de comunicación, si están al servicio de la población, los que deben de informar de las astracanadas de quienes gobiernan: en estos principios se basa la democracia, si esto falla la democracia es de cartón piedra, un decorado de un mundo fantástico donde la justicia es para aquellos que ostentan el poder. No me voy a dejar llevar por la palabrería que todo el mundo, a estas alturas de la película, ya sabe quien son los malos, quisiera ir al núcleo de la cuestión contestando a la pregunta ¿Cómo es posible que nuestros representantes en el Congreso de los Diputados envíen el país a hacer puñetas para salvar a los bancos? Se podría preguntar de otra manera ¿Qué clase de democracia es esta que quienes no han sido votados imponen sus condiciones contrarias a la subsistencia de la población? Hasta ahora se creía que en el Parlamento residía la soberanía nacional. Como jarro de agua fría resultó que la soberanía se había ido de vacaciones sin saber si algún día va a volver.
Me gustaría saber y poder explicarlo sin la dosis de ApocalÍpsis que conlleva. Esta tropa, que circula en la misma limusina, se percataron que todas las consignas y postulados con los que se reconfortaban unos a otros mientras se forraban, tales como “la vivienda nunca va a bajar de precio” no era verdad. Cuando se empezaron a presentar criticas en la prensa escrita internacional como las del New York Times anunciando que el batacazo inmobiliario español era ineludible, o también cuando se encontraron encima de la mesa los informes del los inspectores del Banco de España, o cuando la revista The Economist advertía del sobre endeudamiento de la banca española, se encontró con los oídos sordos del gobierno de turno que no estaba dispuesto a atajar el volumen de la música ya que con ello se acababa la fiesta. El recalentamiento continuó hasta que el reactor nuclear de las finanzas españolas explotó: las cajas de ahorros, donde los políticos estaban cómodamente instalados chupando la sabia de estas instituciones hasta llevarlas a la quiebra, representaban el 50% del sistema y el otro 50%, los bancos sino están ahora en quiebra están en agobiante suspensión de pagos. Unos y otros se endeudaban en los mercados extranjeros de capital a uno, dos o tres años y constituían préstamos hipotecarios a 20 o 30 años sino más. Esperaban, inocentemente, en un clásico de los rollos patateros que se habían dotado: “el aterrizaje suave” con lo que esperaban controlar la situación. No fue así, y perdieron el control en un “aterrizaje en picado” que no es aterrizaje ni es nada. Resultado: ¡Se estrellaron contra el suelo! A estos personajes no les importa que el destino les lleve al hundimiento bajo aguas profundas o a estamparse contra el duro suelo como los personajes de los dibujos animados que por dura que sea la caída se recomponen al momento.
Veamos, como estos tipos disfrazados del Mortadelo de turno resuelven la situación. Los políticos pretenden que su responsabilidad en el hundimiento de las cajas de ahorro se diluya en nada y como ejemplo la más sonada: Bankia. Desde el primer momento, los responsables de economía, se aventuraron a decir que se aplicaría “el dinero que hiciera falta” para recuperar la entidad financiera. La aplicación del dinero sin límite ni tasa es más que un indicio de que lo importa es poder salirse de la astronómica quiebra por el método de chaladura de juntar varias cajas quebradas para “parir” una mayor. De este asunto de Bankia estoy preparando un artículo en el que para nada coinciden las cantidades que se dicen entregadas a este banco con las que resultan comprometidas. La diferencia es extraordinaria por lo que lo repaso una y otra vez. En definitiva, a los de la limusina no les importa el coste de reflotar Bankia ya que sólo les importa eludir las responsabilidades políticas que llevaría a las cúpulas de los partidos políticos a la cárcel. Los banqueros más de lo mismo. Pretenden continuar en sus puestos como si nada hubiera pasado y que los enormes errores cometidos por tratar de ser los más grandes cuando cada día se abrían cinco oficinas bancarias queden en el olvido. El milagro consistía en transitar de la precariedad de las finanzas españolas y en unos pocos años superar la economía de Italia y proclamar a los cuatro vientos que se iba por superar a la de Francia. ¿Cómo iban a reconocer una crisis en plena fiesta? Emilio Botín se pronunciaba y en el Banco de España le seguían al pie de la letra: “no hay que pinchar la burbuja, tan sólo desinflarla”. Bueno, pues se equivocaron de pleno ¿Qué solución plantearon para salir bien parados? Pues, continuar con lo mismo ya que les ha dado un magnifico resultado y la población seguía anestesiada y no le importa que se cargue a sus espaldas una deuda que se tardarán, con mucho sacrificio, varias generaciones en salir de esta situación.
Una vez determinados los actores, políticos y banqueros veamos la representación teatral en un guión escrito para satisfacer las iniquidades de todos ellos. Los banqueros, una vez que sus financiadores se han percatado que el dinero prestado está enterrado en una montaña de ladrillos que no tienen comprador se lo ven venir: los mercados de capital se cierran para los bancos y cajas de ahorro españolas, es en ese momento, que echan mano al dinero depositado de sus clientes: el engaño de transformar cuentas de ahorro a plazo en las extravagantes participaciones preferentes. No les importó robar mientras pudieran mantenerse en la cresta de la ola y en sus poltronas a la espera del “aterrizaje suave” que sin hacer nada lo iba a solucionar todo. Cuando los vencimientos de la deuda con los bancos extranjeros caía mes a mes y año a año se recurrió a renegociar la deuda con el aval del Estado, cuando la cosa no dio más de sí y se crearon los más variopintos mecanismos para inyectar dinero a los bancos ninguno era suficiente para resolver el problema del tremendo agujero y es entonces cuando se crea una nueva burbuja asentada en la deuda soberana. Los bancos no tienen financiación externa y el grifo se cierra, tiene que ser el Banco Central Europeo que en un alarde de tirar la casa por la ventana proporciona la descomunal cifra de 350.000 millones de euros a los bancos. La descomunal cantidad es posible que tan sólo sea una anotación contable para cubrir vencimientos de deudas con la banca alemana y francesa. El montante no es suficiente y se habla de los 100.000 millones en una supuesta línea de crédito de la que ahora se han cubierto 40.000 millones que llegan a los bancos pero que tienen que pasar por el endeudamiento del Estado. Ahora vamos a la espiral. Como el Estado español tiene prácticamente restringido la colocación de bonos, es más el mercado internacional ha soltado lastre con los que han vencido, son los bancos españoles los que cubre la mayoría de las emisiones.
El círculo venenoso esta en marcha como un maldito carrusel que desembocará en una explosión de deuda soberana impagable. El mismo dinero, entregado por el BCE, se asume como deuda soberana y se le regala a los bancos y estos muy ufanos se lo prestan al Estado (adquiriendo bonos) a unos buenos tipos de interés del 5 o 6% bajo el postulado de estos sinvergüenzas que han llevado el país a la mierda al sostener que el “dinero público no es de nadie”. La decisión de la CE de poner fin a la supervisión bancaria por parte del Banco de España es más que un indicio de que la negación de la realidad ha estado en manos de los políticos que supeditados a los señores del dinero han dejado que la fiesta continúe hasta acabar en la explosión de la finanzas españolas. Quizás, la supervisión bancaria por la CE pueda ser una solución de futuro aunque para nosotros es demasiado tarde. El mal esta hecho. Hemos pasado de ser uno de los países menos endeudados a tener una deuda impagable que pronto llegara al 100% del PIB. Una deuda soberana de un billón de euros no podrá ser pagada por una población cada vez más empobrecida. Los intereses de la deuda, que me gustaría hablar en el siguiente post, absorben tal cantidad de recursos que empobrecen los Presupuestos Generales del Estado en prestaciones sociales, y como el pez que se muerde la cola necesita de nuevos préstamos para equilibrar el presupuesto que a la vez generan más intereses. Japón, tiene una deuda soberana altísima pero no preocupa a nadie ya que está financiada por los propios japoneses que muy satisfechos depositan sus ahorros en el Tesoro japonés. El “Mercado”, ese monstruo insaciable que especula con la prima de riesgo de España y que ha conseguido que PP y PSOE cambien la Constitución para que el monstruo tenga preferencia, por encima de las necesidades básicas del país, en cobrar sus deudas lo dice todo. Para aquellos más interesados VerGolpe de Estado programado a seis meses (1)en los archivos del mes de enero. La diferencia entre ricos y pobres es la mayor de Europa y tal como se han puestos las cosas sigue creciendo por este tortuoso camino por lo que serán millones las personas con riesgo de la exclusión social. ¿Cómo es posible que nuestros representantes nos traicionen por salvar sus carreras, por salvar sus partidos, y por salvar su tren de vida? La miseria moral de esta gente no tiene parangón.
El diabólico método de regalar dinero a los bancos, asumiendo las ingentes cantidades como deuda del Estado, para después retomarlo como préstamo exigible por los mismos bancos a los que se le ha regalado el dinero sirve para solventar sus problemas pero arruina a la población. Se han refinanciado todos los vencimientos por este perverso procedimiento que supone 4.000 millones de euros por semana. Aquí tenemos la respuesta al empecinamiento del gobierno en entregar el dinero a los bancos: salirse de rositas enviando el país a hacer puñetas. Lo hacen, por la sencilla razón de que no hay quien les pare los pies. Los millones de parados, los miles de desahuciados, los recortes en sanidad, educación, la inestabilidad familiar, la perdida de futuro, el consumo de ansiolíticos tiene el origen en los informes de los inspectores del Banco de España que se fueron acomodando, perdiendo la objetividad, a lo que suponían que entusiasmaba a sus jefes: “No hay problemas”. No tan sólo se acomodaban al mundo feliz de la banca sino que los informes iniciales eran resumidos por los mandos intermedios para que llegaran a la alta dirección “buenos, bonitos y baratos”. Tanto se acomodaban y alteraban en este resumen que los miembros de la Comisión Ejecutiva ni se enteraron que el mundo se venía abajo y que el reactor nuclear de las finanzas españolas había explotado. La insumisión es lo único que nos queda a los ciudadanos de este país. Hemos sido vilmente engañados por nuestros políticos y por los rateros del poder económico. Han de saber que no estamos dispuestos a pagar una deuda odiosa que no nos corresponde
Conmovedoras palabras de un padre
Mi nombre es José Carlos, bueno, en realidad aquí donde estoy no tengo nombre. En la planta de oncología pediátrica del hospital Virgen del Rocío, los papas no tenemos nombres, nos llamamos por el nombre de nuestro hijo. Por eso aquí, soy el papa de Valeria Adorna de 3 añitos que hace tiempo comenzó a sentirse muy mal y fue diagnosticada de una cosa con un nombre muy feo, en su abdomen, que no soy capaz de pronunciar. Por desgracia para ella, y para toda la familia, hemos tenido que afrontar una de las experiencias más terribles que una familia puede vivir. Nadie está a salvo de eso, de repente un día te levantas y nada vuelve a ser lo mismo, tú única suerte es que están ellos y que están por todas partes. Recuerdo el primer día que llegue a esa planta, el equipo médico de oncólogos, pediátricos y todo el personal sanitario, nos cogió fuerte la mano y nunca más nos la soltó. Ellos sí que saben de esperanza, pero de esperanza de verdad, de esa que te permite levantarte por las mañanas y te hace soñar con un mañana mejor. Esa esperanza a la que te agarras cuando ves cómo tu pequeña pierde peso, se le cae el pelito, tiene vómitos… en definitiva, no es la misma que hace unos meses cuando jugaba en el parque. Todo en ella ha cambiado, todo menos la alegría y las ganas de vivir que el personal de esa planta le inyecta cada día. Son ángeles, personas que tienen un don especial para poder soportar las peculiaridades de cada caso y para tener el valor de seguir sonriendo cada día.
Por desgracia somos un caso de los más de cien que atienden en esta planta en un solo año. Suerte que están ellos y que están por todas partes. Día a día los ves al límite, por desgracia no pasa un día que no venga un amigo nuevo a la planta a veces incluso varios, a todos los arropan entre sus alas. Aún recuerdo y nunca lo olvidaré el primer día que entre en aquel lugar. Cuando le diagnostican algo así a la persona que más quieres en este mundo, pierdes el control de tu vida. Te conviertes en un barco a la deriva sin saber por dónde tirar, hasta que Palma, Eduardo, Nacho, Cati, Gema, Elena, Ana, José Antonio, Israel, Rosa, etc., etc., entran en nuestras vidas. Entonces se convierten en nuestros guías, en nuestro faro, nuestra luz y nos van dando las pautas para que no te pierdas. Para que puedas estar a la altura de la situación ya que su apoyo es muy importante para la pequeña. Nosotros tuvimos suerte, porque cada vez que nos invadía una duda, problema o complicación, ellos estaban ahí, al pie del cañón.
Pero hoy nos hemos levantado con una noticia que ha sobrecogido nuestros corazones, el personal sanitario que atiende el hospital infantil se ve drásticamente reducido. La oncóloga de Valeria, y otros muchos compañeros que han reconducido muchas vidas, les sientan una semana en su casa porque al parecer no hay dinero suficiente para pagarles, dicen que los médicos que se quedan pueden asumir toda la carga de trabajo, guardias, sábados, etc. Pobres padres que, cuando se vean perdidos en esta enfermedad tan compleja, vayan a la unidad de oncología, a ecografías, a cirugía y le den cita para unos meses por el exceso de trabajo, porque haya menos oncólogos, cirujanos, pediatras, enfermeros… y se hagan menos pruebas a estos niños cuyos padres esperan con angustia esos resultados. Pobres médicos y enfermeras que, sabiendo las necesidades de esos niños enfermos, no puedan cubrirlas con los medios que tienen a su disposición. Y sobre todo, y lo peor, pobres niños que les toque pasar por esto en un momento de “recortes” y “crisis” de la que son los menos culpables de todos.
Quiero que recapacitéis sobre lo que, dentro de un hospital, se puede o no recortar. Supongo que tendrán unos objetivos de recortes pero quiero que sepan que hay objetivos que no se pueden cumplir por mucho que vengan impuestos, sería importante que las personas que os lo piden lo supieran. Que lo trasmitáis, con nuestra voz y de nuestra mano. Ruego que hagáis seguir mi carta a donde haga falta para que puedan entender los que mandan, y sin que tengan que pasar por ello, lo duro que ya de por si es tener un hijo enfermo, para que los recortes lo hagan aún más duro, y lo que es peor, pueda traer consecuencias graves por la falta de pruebas o el saturamiento de quirófanos y del personal. Ruego que la persona que lea esto se ponga por un momento en la piel de nosotros, los padres, y que si tienen hijos, los pongan en la piel de esos niños y que me digan, con la mano en el corazón, si estos recortes son de verdad indispensables y no podéis con vuestros estudios y recursos buscar alternativas a esta situación. Por favor, que los recortes no sea a costa de la calidad de vida y la salud de nuestros hijos, algunos de ellos en la última etapa de su vida. Gracias por su atención y por dedicarme su tiempo en esta época de sobrecarga de trabajo. Un saludo. José Carlos.
Hay muchas partidas donde realmente se puede y se debe recortar, sin tocar los tres pilares básicos del Estado de Bienestar: Educación, Sanidad y Servicios Sociales. Por favor, hazlo circular y habrás hecho mucho por crear Conciencia …
Próximo post: “Todo era una gran mentira”. No te lo pierdas.
El reactor nuclear del Banco de España explota
La oligarquía financiera ha hundido el país, ha conseguido imponer la destrucción del Estado al endosarle la deuda bancaria en la mayor socialización de pérdidas de toda la historia. Este sindicato del crimen no hubiera conquistado su objetivo sin la colaboración inestimable de sus lacayos: los políticos que en una cofradía de sinvergüenzas se reparten el poder. Los ciudadanos se quedan indefensos frente a esta agresión que no tiene nombre, nos sale más a cuenta romper la baraja que continuar la partida con estos tahúres, con las cartas marcadas, antes que nos desplumen totalmente. Pocos saben lo que nos espera para el próximo año, que lo tenemos a la vuelta de la esquina, el deterioro será espectacular y se tardarán años y años en recomponer la situación. La insumisión es lo único que nos queda, el rechazo a las decisiones impuestas pataleando por separado, cada uno a lo suyo, no sirve de nada. La solución, si es que la hay, está en la convicción de hacernos oír, todos a una, y que en Europa se enteren, de una vez por todas, que los ciudadanos de este país hemos sido engañados por nuestros políticos y por los rateros del poder económico. Han endeudando las arcas públicas hasta la estratósfera con deuda odiosa. Han de saber, alto y claro, que no estamos dispuestos a pagar una deuda que no nos corresponde. Existe evidencia documental, expuesta en No quieren que hable (post de este mismo mes) que los inspectores del Banco de España advirtieron en 2005 y 2006 de la explosión que se iba a producir en las finanzas españolas por la concentración de préstamos y créditos inmobiliarios en los bancos y sobre todo en las cajas de ahorros embutidas de políticos que habían utilizado el cargo para forrarse en negocios del tocho. La media del sector bancario con riesgo en ladrillo era del 60% de sus créditos, la Caja de Ahorros del Mediterráneo CAM llegó al 90%. Así le fue.
Estos truhanes han hundido el país con la pasividad de una población sumisa que es engañada por unos medios de comunicación en manos del poder económico, lo curioso de la mentira proclamada es que es difundida por aquellos mismos que son de los primeros en conocer el camino de la puerta y la precariedad del desempleo: los periodistas. Estos personajes por mantener su culo en la redacción han tragado carros y carretas y su fuerza de conjunto, aunque fuera a través de los colegios de periodistas, se ha diluido en nada. Si un día se pasan cuentas en este país, a los periodistas se les tendrá que preguntar por su actuación colectiva. De momento, agua pasada no mueve molino, será la ciudadanía la que se tendrá que recomponer, en esta situación descontrolada, con el agravante de la inacción que sólo ha hecho que agravar la situación. Son los medios de comunicación, si están al servicio de la población, los que deben de informar de las astracanadas de quienes gobiernan: en estos principios se basa la democracia, si esto falla la democracia es de cartón piedra, un decorado de un mundo fantástico donde la justicia es para aquellos que ostentan el poder. No me voy a dejar llevar por la palabrería que todo el mundo, a estas alturas de la película, ya sabe quien son los malos, quisiera ir al núcleo de la cuestión contestando a la pregunta ¿Cómo es posible que nuestros representantes en el Congreso de los Diputados envíen el país a hacer puñetas para salvar a los bancos? Se podría preguntar de otra manera ¿Qué clase de democracia es esta que quienes no han sido votados imponen sus condiciones contrarias a la subsistencia de la población? Hasta ahora se creía que en el Parlamento residía la soberanía nacional. Como jarro de agua fría resultó que la soberanía se había ido de vacaciones sin saber si algún día va a volver.
Me gustaría saber y poder explicarlo sin la dosis de ApocalÍpsis que conlleva. Esta tropa, que circula en la misma limusina, se percataron que todas las consignas y postulados con los que se reconfortaban unos a otros mientras se forraban, tales como “la vivienda nunca va a bajar de precio” no era verdad. Cuando se empezaron a presentar criticas en la prensa escrita internacional como las del New York Times anunciando que el batacazo inmobiliario español era ineludible, o también cuando se encontraron encima de la mesa los informes del los inspectores del Banco de España, o cuando la revista The Economist advertía del sobre endeudamiento de la banca española, se encontró con los oídos sordos del gobierno de turno que no estaba dispuesto a atajar el volumen de la música ya que con ello se acababa la fiesta. El recalentamiento continuó hasta que el reactor nuclear de las finanzas españolas explotó: las cajas de ahorros, donde los políticos estaban cómodamente instalados chupando la sabia de estas instituciones hasta llevarlas a la quiebra, representaban el 50% del sistema y el otro 50%, los bancos sino están ahora en quiebra están en agobiante suspensión de pagos. Unos y otros se endeudaban en los mercados extranjeros de capital a uno, dos o tres años y constituían préstamos hipotecarios a 20 o 30 años sino más. Esperaban, inocentemente, en un clásico de los rollos patateros que se habían dotado: “el aterrizaje suave” con lo que esperaban controlar la situación. No fue así, y perdieron el control en un “aterrizaje en picado” que no es aterrizaje ni es nada. Resultado: ¡Se estrellaron contra el suelo! A estos personajes no les importa que el destino les lleve al hundimiento bajo aguas profundas o a estamparse contra el duro suelo como los personajes de los dibujos animados que por dura que sea la caída se recomponen al momento.
Veamos, como estos tipos disfrazados del Mortadelo de turno resuelven la situación. Los políticos pretenden que su responsabilidad en el hundimiento de las cajas de ahorro se diluya en nada y como ejemplo la más sonada: Bankia. Desde el primer momento, los responsables de economía, se aventuraron a decir que se aplicaría “el dinero que hiciera falta” para recuperar la entidad financiera. La aplicación del dinero sin límite ni tasa es más que un indicio de que lo importa es poder salirse de la astronómica quiebra por el método de chaladura de juntar varias cajas quebradas para “parir” una mayor. De este asunto de Bankia estoy preparando un artículo en el que para nada coinciden las cantidades que se dicen entregadas a este banco con las que resultan comprometidas. La diferencia es extraordinaria por lo que lo repaso una y otra vez. En definitiva, a los de la limusina no les importa el coste de reflotar Bankia ya que sólo les importa eludir las responsabilidades políticas que llevaría a las cúpulas de los partidos políticos a la cárcel. Los banqueros más de lo mismo. Pretenden continuar en sus puestos como si nada hubiera pasado y que los enormes errores cometidos por tratar de ser los más grandes cuando cada día se abrían cinco oficinas bancarias queden en el olvido. El milagro consistía en transitar de la precariedad de las finanzas españolas y en unos pocos años superar la economía de Italia y proclamar a los cuatro vientos que se iba por superar a la de Francia. ¿Cómo iban a reconocer una crisis en plena fiesta? Emilio Botín se pronunciaba y en el Banco de España le seguían al pie de la letra: “no hay que pinchar la burbuja, tan sólo desinflarla”. Bueno, pues se equivocaron de pleno ¿Qué solución plantearon para salir bien parados? Pues, continuar con lo mismo ya que les ha dado un magnifico resultado y la población seguía anestesiada y no le importa que se cargue a sus espaldas una deuda que se tardarán, con mucho sacrificio, varias generaciones en salir de esta situación.
Una vez determinados los actores, políticos y banqueros veamos la representación teatral en un guión escrito para satisfacer las iniquidades de todos ellos. Los banqueros, una vez que sus financiadores se han percatado que el dinero prestado está enterrado en una montaña de ladrillos que no tienen comprador se lo ven venir: los mercados de capital se cierran para los bancos y cajas de ahorro españolas, es en ese momento, que echan mano al dinero depositado de sus clientes: el engaño de transformar cuentas de ahorro a plazo en las extravagantes participaciones preferentes. No les importó robar mientras pudieran mantenerse en la cresta de la ola y en sus poltronas a la espera del “aterrizaje suave” que sin hacer nada lo iba a solucionar todo. Cuando los vencimientos de la deuda con los bancos extranjeros caía mes a mes y año a año se recurrió a renegociar la deuda con el aval del Estado, cuando la cosa no dio más de sí y se crearon los más variopintos mecanismos para inyectar dinero a los bancos ninguno era suficiente para resolver el problema del tremendo agujero y es entonces cuando se crea una nueva burbuja asentada en la deuda soberana. Los bancos no tienen financiación externa y el grifo se cierra, tiene que ser el Banco Central Europeo que en un alarde de tirar la casa por la ventana proporciona la descomunal cifra de 350.000 millones de euros a los bancos. La descomunal cantidad es posible que tan sólo sea una anotación contable para cubrir vencimientos de deudas con la banca alemana y francesa. El montante no es suficiente y se habla de los 100.000 millones en una supuesta línea de crédito de la que ahora se han cubierto 40.000 millones que llegan a los bancos pero que tienen que pasar por el endeudamiento del Estado. Ahora vamos a la espiral. Como el Estado español tiene prácticamente restringido la colocación de bonos, es más el mercado internacional ha soltado lastre con los que han vencido, son los bancos españoles los que cubre la mayoría de las emisiones.
El círculo venenoso esta en marcha como un maldito carrusel que desembocará en una explosión de deuda soberana impagable. El mismo dinero, entregado por el BCE, se asume como deuda soberana y se le regala a los bancos y estos muy ufanos se lo prestan al Estado (adquiriendo bonos) a unos buenos tipos de interés del 5 o 6% bajo el postulado de estos sinvergüenzas que han llevado el país a la mierda al sostener que el “dinero público no es de nadie”. La decisión de la CE de poner fin a la supervisión bancaria por parte del Banco de España es más que un indicio de que la negación de la realidad ha estado en manos de los políticos que supeditados a los señores del dinero han dejado que la fiesta continúe hasta acabar en la explosión de la finanzas españolas. Quizás, la supervisión bancaria por la CE pueda ser una solución de futuro aunque para nosotros es demasiado tarde. El mal esta hecho. Hemos pasado de ser uno de los países menos endeudados a tener una deuda impagable que pronto llegara al 100% del PIB. Una deuda soberana de un billón de euros no podrá ser pagada por una población cada vez más empobrecida. Los intereses de la deuda, que me gustaría hablar en el siguiente post, absorben tal cantidad de recursos que empobrecen los Presupuestos Generales del Estado en prestaciones sociales, y como el pez que se muerde la cola necesita de nuevos préstamos para equilibrar el presupuesto que a la vez generan más intereses. Japón, tiene una deuda soberana altísima pero no preocupa a nadie ya que está financiada por los propios japoneses que muy satisfechos depositan sus ahorros en el Tesoro japonés. El “Mercado”, ese monstruo insaciable que especula con la prima de riesgo de España y que ha conseguido que PP y PSOE cambien la Constitución para que el monstruo tenga preferencia, por encima de las necesidades básicas del país, en cobrar sus deudas lo dice todo. Para aquellos más interesados VerGolpe de Estado programado a seis meses (1)en los archivos del mes de enero. La diferencia entre ricos y pobres es la mayor de Europa y tal como se han puestos las cosas sigue creciendo por este tortuoso camino por lo que serán millones las personas con riesgo de la exclusión social. ¿Cómo es posible que nuestros representantes nos traicionen por salvar sus carreras, por salvar sus partidos, y por salvar su tren de vida? La miseria moral de esta gente no tiene parangón.
El diabólico método de regalar dinero a los bancos, asumiendo las ingentes cantidades como deuda del Estado, para después retomarlo como préstamo exigible por los mismos bancos a los que se le ha regalado el dinero sirve para solventar sus problemas pero arruina a la población. Se han refinanciado todos los vencimientos por este perverso procedimiento que supone 4.000 millones de euros por semana. Aquí tenemos la respuesta al empecinamiento del gobierno en entregar el dinero a los bancos: salirse de rositas enviando el país a hacer puñetas. Lo hacen, por la sencilla razón de que no hay quien les pare los pies. Los millones de parados, los miles de desahuciados, los recortes en sanidad, educación, la inestabilidad familiar, la perdida de futuro, el consumo de ansiolíticos tiene el origen en los informes de los inspectores del Banco de España que se fueron acomodando, perdiendo la objetividad, a lo que suponían que entusiasmaba a sus jefes: “No hay problemas”. No tan sólo se acomodaban al mundo feliz de la banca sino que los informes iniciales eran resumidos por los mandos intermedios para que llegaran a la alta dirección “buenos, bonitos y baratos”. Tanto se acomodaban y alteraban en este resumen que los miembros de la Comisión Ejecutiva ni se enteraron que el mundo se venía abajo y que el reactor nuclear de las finanzas españolas había explotado. La insumisión es lo único que nos queda a los ciudadanos de este país. Hemos sido vilmente engañados por nuestros políticos y por los rateros del poder económico. Han de saber que no estamos dispuestos a pagar una deuda odiosa que no nos corresponde
Conmovedoras palabras de un padre
Mi nombre es José Carlos, bueno, en realidad aquí donde estoy no tengo nombre. En la planta de oncología pediátrica del hospital Virgen del Rocío, los papas no tenemos nombres, nos llamamos por el nombre de nuestro hijo. Por eso aquí, soy el papa de Valeria Adorna de 3 añitos que hace tiempo comenzó a sentirse muy mal y fue diagnosticada de una cosa con un nombre muy feo, en su abdomen, que no soy capaz de pronunciar. Por desgracia para ella, y para toda la familia, hemos tenido que afrontar una de las experiencias más terribles que una familia puede vivir. Nadie está a salvo de eso, de repente un día te levantas y nada vuelve a ser lo mismo, tú única suerte es que están ellos y que están por todas partes. Recuerdo el primer día que llegue a esa planta, el equipo médico de oncólogos, pediátricos y todo el personal sanitario, nos cogió fuerte la mano y nunca más nos la soltó. Ellos sí que saben de esperanza, pero de esperanza de verdad, de esa que te permite levantarte por las mañanas y te hace soñar con un mañana mejor. Esa esperanza a la que te agarras cuando ves cómo tu pequeña pierde peso, se le cae el pelito, tiene vómitos… en definitiva, no es la misma que hace unos meses cuando jugaba en el parque. Todo en ella ha cambiado, todo menos la alegría y las ganas de vivir que el personal de esa planta le inyecta cada día. Son ángeles, personas que tienen un don especial para poder soportar las peculiaridades de cada caso y para tener el valor de seguir sonriendo cada día.
Por desgracia somos un caso de los más de cien que atienden en esta planta en un solo año. Suerte que están ellos y que están por todas partes. Día a día los ves al límite, por desgracia no pasa un día que no venga un amigo nuevo a la planta a veces incluso varios, a todos los arropan entre sus alas. Aún recuerdo y nunca lo olvidaré el primer día que entre en aquel lugar. Cuando le diagnostican algo así a la persona que más quieres en este mundo, pierdes el control de tu vida. Te conviertes en un barco a la deriva sin saber por dónde tirar, hasta que Palma, Eduardo, Nacho, Cati, Gema, Elena, Ana, José Antonio, Israel, Rosa, etc., etc., entran en nuestras vidas. Entonces se convierten en nuestros guías, en nuestro faro, nuestra luz y nos van dando las pautas para que no te pierdas. Para que puedas estar a la altura de la situación ya que su apoyo es muy importante para la pequeña. Nosotros tuvimos suerte, porque cada vez que nos invadía una duda, problema o complicación, ellos estaban ahí, al pie del cañón.
Pero hoy nos hemos levantado con una noticia que ha sobrecogido nuestros corazones, el personal sanitario que atiende el hospital infantil se ve drásticamente reducido. La oncóloga de Valeria, y otros muchos compañeros que han reconducido muchas vidas, les sientan una semana en su casa porque al parecer no hay dinero suficiente para pagarles, dicen que los médicos que se quedan pueden asumir toda la carga de trabajo, guardias, sábados, etc. Pobres padres que, cuando se vean perdidos en esta enfermedad tan compleja, vayan a la unidad de oncología, a ecografías, a cirugía y le den cita para unos meses por el exceso de trabajo, porque haya menos oncólogos, cirujanos, pediatras, enfermeros… y se hagan menos pruebas a estos niños cuyos padres esperan con angustia esos resultados. Pobres médicos y enfermeras que, sabiendo las necesidades de esos niños enfermos, no puedan cubrirlas con los medios que tienen a su disposición. Y sobre todo, y lo peor, pobres niños que les toque pasar por esto en un momento de “recortes” y “crisis” de la que son los menos culpables de todos.
Quiero que recapacitéis sobre lo que, dentro de un hospital, se puede o no recortar. Supongo que tendrán unos objetivos de recortes pero quiero que sepan que hay objetivos que no se pueden cumplir por mucho que vengan impuestos, sería importante que las personas que os lo piden lo supieran. Que lo trasmitáis, con nuestra voz y de nuestra mano. Ruego que hagáis seguir mi carta a donde haga falta para que puedan entender los que mandan, y sin que tengan que pasar por ello, lo duro que ya de por si es tener un hijo enfermo, para que los recortes lo hagan aún más duro, y lo que es peor, pueda traer consecuencias graves por la falta de pruebas o el saturamiento de quirófanos y del personal. Ruego que la persona que lea esto se ponga por un momento en la piel de nosotros, los padres, y que si tienen hijos, los pongan en la piel de esos niños y que me digan, con la mano en el corazón, si estos recortes son de verdad indispensables y no podéis con vuestros estudios y recursos buscar alternativas a esta situación. Por favor, que los recortes no sea a costa de la calidad de vida y la salud de nuestros hijos, algunos de ellos en la última etapa de su vida. Gracias por su atención y por dedicarme su tiempo en esta época de sobrecarga de trabajo. Un saludo. José Carlos.
Hay muchas partidas donde realmente se puede y se debe recortar, sin tocar los tres pilares básicos del Estado de Bienestar: Educación, Sanidad y Servicios Sociales. Por favor, hazlo circular y habrás hecho mucho por crear Conciencia …
Próximo post: “Todo era una gran mentira”. No te lo pierdas.
Comentarios
Publicar un comentario