Monarcocracia a la española
En España nos metieron a un rey tarado mental por los cojones de Franco y por la traición de los partidos que participaron en la famosa TRAICION DEMOCRATICA tan loada por la banda de pesebreros de los medios de lavado de cerebro, conocidos como la prensa LIBRE- libre de vergüenza, de ética, de profesionalidad, de dignidad. honra y honor-; no se abrió un periodo constituyente para debatir el tema monarquía-república, sino que se nos impuso DICTATORIALMENTE la monarquía que el pueblo español mandó al exilio en 1931.Ese fue el pecado original del cortijo español que urdió, tramó y acunó la pseudo democracia española.
Me temo que seguimos exactamente igual o peor que entonces con el agravante de que, si bien antes había futuro, ahora el futuro de todos los españoles está EMBARGADO por la banca internacional a la que debemos cuatro billones de €, cantidad que repartida entre los españolitos de a pié, hombres, mujeres, niños y ancianos genera una deuda per capita de 40.000€, equivalente a casi cuatro años de trabajos forzados para el conjunto del rebaño hispanistano (ojo, desde lactantes hasta enfermos terminales). Es lo que tiene jugar a sobrepasar en PIB a Alemania sin tejido productivo.
A lo que iba: he repetido en varias entradas que España no es una democracia. De entrada la democracia no existe, digamos que el pueblo vota, pero una vez que ha votado no tiene ningún PODER ni CONTROL real y efectivo sobre la chusma en la que ha delegado su PODER SOBERANO.Haga lo que haga el partido al que ha votado no puede, salvo revolución, bajarlo del pedestal.
La prueba del nueve de la democracia, alias gobierno del pueblo, son estas imágenes donde unos ciudadanos armados y costeados por el pueblo soberano tratan con toda finura y delicadeza-y sin afeitar- al pueblo que les da de comer.
Todos los españoles son iguales ante la ley, dice la constitución, por eso el ciudadano represor de la izquierda tiene difuminada su jeta, el de la derecha va con gafas de metrorobocop irreconocible, y la pobre chavala, que seguro que no tiene ni veinte años, está a punto de que le rompan los brazos, amén de ser perfectamente identificable. Qué machotes!
MENUDA MIERDA DE PAIS, DE REGIMEN, DE PARTIDOS Y DE INSTITUCIONES.
España es una puta dictadura donde se vota, eso es todo, amigos.Por mi parte deseo que parta un rayo a cualquiera que se acerque a una urna.
Me temo que seguimos exactamente igual o peor que entonces con el agravante de que, si bien antes había futuro, ahora el futuro de todos los españoles está EMBARGADO por la banca internacional a la que debemos cuatro billones de €, cantidad que repartida entre los españolitos de a pié, hombres, mujeres, niños y ancianos genera una deuda per capita de 40.000€, equivalente a casi cuatro años de trabajos forzados para el conjunto del rebaño hispanistano (ojo, desde lactantes hasta enfermos terminales). Es lo que tiene jugar a sobrepasar en PIB a Alemania sin tejido productivo.
A lo que iba: he repetido en varias entradas que España no es una democracia. De entrada la democracia no existe, digamos que el pueblo vota, pero una vez que ha votado no tiene ningún PODER ni CONTROL real y efectivo sobre la chusma en la que ha delegado su PODER SOBERANO.Haga lo que haga el partido al que ha votado no puede, salvo revolución, bajarlo del pedestal.
La prueba del nueve de la democracia, alias gobierno del pueblo, son estas imágenes donde unos ciudadanos armados y costeados por el pueblo soberano tratan con toda finura y delicadeza-y sin afeitar- al pueblo que les da de comer.
Todos los españoles son iguales ante la ley, dice la constitución, por eso el ciudadano represor de la izquierda tiene difuminada su jeta, el de la derecha va con gafas de metrorobocop irreconocible, y la pobre chavala, que seguro que no tiene ni veinte años, está a punto de que le rompan los brazos, amén de ser perfectamente identificable. Qué machotes!
MENUDA MIERDA DE PAIS, DE REGIMEN, DE PARTIDOS Y DE INSTITUCIONES.
España es una puta dictadura donde se vota, eso es todo, amigos.Por mi parte deseo que parta un rayo a cualquiera que se acerque a una urna.